miércoles, 13 de enero de 2010

PASEANDO POR LA HISTORIA DE LA PINTURA

PRÓLOGO

Si se tiene interés por la historia de la humanidad, se está obligado a conocer la cultura y el arte, que son la expresión colectiva e individual, de una sociedad y de quienes la constituyen. Pasearemos, para conocerla, por una de las artes más destacadas: la pintura. Ésta, ha sido utilizada desde la Pre-Historia hasta nuestro días. Los materiales utilizados en pintura, al igual que sus procedimientos, son diversos. Es muy importante saber sobre la pintura, ya que es un lenguaje particular del hombre en donde se vuelcan sus sentimientos y sus ideas; es una de las expresiones artísticas en que primero se manifestó la voluntad humana de reproducir el mundo circundante y al mismo tiempo, la concepción creadora del hombre. La pintura tiene remotísima procedencia y su ejecución responde a una necesidad y a un placer estético del ser humano. La civilización antigua abunda en muestras que, a través de distintas épocas y diferentes pueblos, van escalando en la evolución de la pintura. Muestra de la antigüedad de la pintura son por ejemplo los dibujos que se encontraron en las cavernas de origen Pre-Histórico, especialmente en las cuevas de Altamira (Santander). Después podemos nombrar a las paredes y techos pintados con motivos originales en los palacios egipcios. Pero fueron los griegos los que inicialmente dieron un amplio y complejo desarrollo al arte de la pintura. Los romanos imitaron hábilmente la perspectiva y el claroscuro de los griegos, para captar paisajes de ciudades, ruinas y especialmente para desarrollar escenas de la mitología. La civilización medieval destaca sobre todo los retablos y las miniaturas góticas, los mosaicos y las tablas de los bizantinos. Durante el siglo XV comienzan a operarse transformaciones que van preparando el Renacimiento. Hasta entonces la pintura se había realizado en el soporte material del muro o de la tabla, primer paso hacia el cuadro de caballete, que distinguiría las expresiones de la Edad Moderna y permitiría las invenciones y matices expresivos de un nuevo sentimientos de la vida. En Italia, en Alemania, en Francia, en España o en los Países Bajos, el Renacimiento llevó a la pintura los grandes ideales de belleza, armonía y perfección con excelentes artistas. Posteriormente prevalece el sentimiento romántico, que informa la trayectoria de otros grandes innovadores. La segunda mitad del siglo XIX culminó con la escuela impresionista y derivó al post-impresionismo. Hasta el siglo XIX la pintura se jerarquizó y enriqueció al influjo directo del objeto (Realismo) o de su apariencia (Impresionismo), pero en el siglo XX tendió a liberar la expresión del sometimiento al sistema de imágenes volcándose hacia la abstracción, el expresionismo, el cubismo y otros. Desde aquí hasta nuestros días, el artista pintor, mira dentro de sí mismo, elude la figuración como expresión de la realidad exterior y si antes había recreado el mundo natural y circundante, ahora su lenguaje, tiende a ser casi exclusivamente, subjetivo.

PASEO POR LOS PERÍODOS HISTÓRICOS
PREHISTORIA

ARTE PREHISTÓRICO

Las pinturas más antiguas que se conocen fueron realizadas en las paredes de las cuevas que servían de abrigo a la especie humana hace 30.000 años, durante el periodo paleolítico. Hay muestras del arte paleolítico en emplazamientos de Europa occidental, del África Sahariana y del sur y en Australia. En algunas zonas, como el litoral mediterráneo, el desarrollo de la pintura continuó en el periodo neolítico.
Las pinturas que se conservan en las cuevas de España (Altamira) y del sur de Francia, representan, con increíble exactitud, bisontes, caballos y ciervos. Estas representaciones están realizadas con pigmentos extraídos de la tierra, compuestos de diferentes minerales pulverizados y mezclados con grasa animal, clara de huevo, extractos de plantas, cola de pescado e, incluso, sangre; se aplicaban con pinceles hechos de varitas y juncos o se soplaban sobre la pared. Estas pinturas, debían desempeñar alguna función en los rituales mágicos, aunque no se conoce con certeza, su función exacta. Por ejemplo, en una pintura rupestre de Lascaux, Francia, aparece un hombre entre los animales junto a varios puntos oscuros; aunque su exacto significado permanece desconocido, demuestra la presencia de una conciencia espiritual y la capacidad de expresarla por medio de imágenes, signos y símbolos.

1 - EL PALEOLÍTICO
Si restringimos la definición de arte a la actividad representativa, libre de toda sujeción utilitaria, tendremos que considerar al Paleolítico superior como el momento del nacimiento de las primeras muestras artísticas.
El arte rupestre o arte parietal, es el tipo de pintura que desarrollaron estos hombres, en las paredes de las cuevas. Se distinguen dos formas de expresión:
A.- Arte franco-cantábrico
Se extiende del período auriñaciense al magdaleniense y sus muestras más representativas están realizadas en cuevas. En Francia (Cuevas de la Dordogne: Les Combarelles, Font-de-Gaume y Lascaux) y en el norte de España (Altamira, La Pasiega). Las principales características de este arte son: un gran naturalismo en la representación de los animales, contornos de manos y signos abstractos; las figuras se encuentran siempre aisladas, sin formar grupos escénicos; se percibe una clara evolución en el tratamiento colorístico que va de la monocromía a una rica policromía.
B.- Arte levantino Estas pinturas tienen una serie de características que las distinguen del arte franco-cantábrico: no están en cuevas oscuras, sino en abrigos a plena luz; son monocromas (rojas o negras); son más esquemáticas y no tan naturalistas; la figura humana se representa profusamente; las representaciones no están aisladas y superpuestas; sino que se estructuran formando escenas; logran captar el movimiento, dando la sensación de un gran dinamismo. Sus mejores muestras se encuentran en Cogull, cueva Remigia, la Valltorta y Charco del Agua Amarga, en el Levante español.

2 - EL NEOLÍTICO

Sigue una evolución, iniciada a finales del Paleolítico, hacia una mayor esquematización geométrica y abstracta. El abandono del naturalismo hace difícil reconocer las figuras representadas.
Los mejores ejemplares de este estilo están en la Laguna de la Janda, en Almadén (Ciudad Real, España). También deben ser tenidos en cuenta, los huesos humanos y los cilindros de piedra, decorados con figuras geométricas en zig-zag que representan, casi con seguridad, ídolos religiosos.

EDAD ANTIGUA

ARTE EGIPCIO

El arte egipcio se desarrolló durante unos 3000 años, pese a lo cual mantiene una cierta unidad estilística. Los egipcios utilizaban a la pintura para pintar los muros de las tumbas de los faraones con representaciones mitológicas y escenas de las actividades cotidianas, como la caza, la pesca, la agricultura o la celebración de banquetes. En primer lugar, las imágenes, más conceptuales que realistas, presentan los rasgos anatómicos más característicos, combinando las vistas frontales y de perfil de la misma figura; en segundo lugar, la escala de las figuras indica la importancia de las mismas; así el faraón aparece más alto que su consorte, hijos o cortesanos. Se distingue una ÉPOCA PREDINÁSTICA (antes del 3000 A.C), una ÉPOCA TINITA-MENFITA ó IMPERIO ANTIGUO (3000 – 2000 A.C), una ÉPOCA TEBANA ó IMPERIOS MEDIO y NUEVO (2000 – 1000 A.C), y una ÉPOCA TARDÍA (saíta, tolemaica) ya dentro de la dominación extranjera. El dibujo y la pintura egipcios tienen una función más cercana a la de la escritura o símbolos religiosos que a la de ornamento estético. Su función fue casi siempre la de realzar la arquitectura, la escultura, el bajorrelieve o los utensilios de uso cotidiano, aplicándose a las superficies murales o mobiliarias. Los colores poseen una rica simbología: el VERDE, frescor y juventud; el NEGRO, fertibología; el BLANCO, la luz; el AMARILLO INTENSO, eternidad. Ellos aplicaban los colores con un aglutinante a base de goma arábiga, cera de abeja o clara de huevo, sobre un estucado de yeso previamente preparado. Los pinceles hechos de juncos machacados, por uno de sus extremos y brochas hechas con hojas de palmera, eran los instrumentos que utilizaban. Las principales obras pictóricas son: el Friso de las Ocas, la Peregrinación de Abydos, Sennefer y su esposa, Amenofis II ante el dios Osiris, Escenas de vendimia, Caza de patos en el pantano, Bailarín rubio y caballo rosa. También son muy bellas las pinturas realizadas en rollos de papiro, como la del Juicio de los Muertos, del Museo de Turín.

ARTE ETRUSCO


El pueblo etrusco vivía plenamente la existencia terrenal confiado en un vida dichosa de ultratumba. Los vestigios de su arte así lo confirman, porque están dedicadas casi en exclusiva a la creencia del más allá. Las pinturas que han llegado hasta nosotros se reducen a la decoración de tumbas.
En el estudio de la pintura etrusca se diferencias tres épocas cronológicas. El primer período entre el 700 y el 625 A.C., con influencias fenicias y chipriotas. El segundo entre el 625 y el 575 A.C., con influencias griegas, (ésta es la época del gran esplendor de la pintura etrusca). El tercer período se extiende hasta el siglo III A.C., ya de decadencia, hasta enlazar con la pintura romana. Se cree que las técnicas que usaron los etruscos son las mismas que usaban los pintores helénicos, ya que el arte etrusco parece seguir la misma evolución. Los temas reflejan sus creencias religiosas, el pensamiento acerca de la muerte y la esperanza de la vida eterna y gozosa tras el fallecimiento. Las tumbas eran labradas en la roca o construidas con grandes bloques de piedra. Dentro se colocaba el sepulcro y las paredes se pintaban con escenas que nada tenían que ver con la tristeza de la ausencia del ser querido. Estas escenas presentan aspectos de lo que fue la vida del difunto, alegría y fiestas junto a su familia, juegos, cacerías, etc., que es lo que aparecen en los muros. Los etruscos copiaron profusamente el paisaje que tenían a su alrededor, tanto natural como social. Todo se dispone armoniosamente en una decoración geométrica dividida en bandas, techos, frisos y toda la habitación. Las figuras están marcadas por fuertes trazos, lo que nos habla de un importante dominio del dibujo. La composición de estos frescos presenta mucho movimiento, con una armonía cabal y estilizada, con formas simples. El color tiene un simbolismo: los hombres aparecen en tonos oscuros y rojizos y las mujeres en tonos claros, indicios de la masculinidad y feminidad. En general los valores de las tintas son muy armoniosos y sin estridencias. También el sarcófago se pinta. Son de terracota con figuras semi tendidas sobre las tapas. Tienen vivos reflejos de claroscuro, y un tratamiento que muestra la preocupación por la vida de ultratumba. Otra gran realización de la pintura etrusca es la de los vasos, que se difunden a imitación de los vasos griegos. De las doce ciudades que formaron la confederación etrusca las que han conservado mejor, las muestras de su arte, son: Cerveteri, Veyes, Chiusi y Tarquina.

ARTE GRIEGO


El Arte griego es un conjunto de manifestaciones artísticas que se desarrollaron en Grecia y sus colonias entre los siglos XI y I A.C. Aunque esta cultura tuvo su origen en la civilización del Egeo, su evolución posterior la convirtió en uno de los periodos más influyentes de la historia del arte occidental.
El arte griego se caracterizó por la representación naturalista de la figura humana, no sólo en el aspecto formal, sino también en la manera de expresar el movimiento y las emociones. El cuerpo humano, tanto en las representaciones de Dioses como en las de seres humanos, se convirtió así en el motivo fundamental del arte griego, asociado a los mitos, la literatura y la vida cotidiana. En el ámbito pictórico no se conocen grandes ciclos decorativos. Sin embargo, se conservan importantes piezas de cerámica, junto con las pinturas funerarias etruscas, nos ofrecen algunas pistas sobre las características del arte griego. Estos restos se complementan con relatos extraídos de fuentes literarias. Algunos viajeros, como el romano Plinio el Viejo o el historiador y geógrafo griego Pausanias, vieron in situ, muchos de los objetos artísticos que se conservan hoy día deteriorados o en mal estado y sus relatos ofrecen una valiosa información acerca de algunos artistas y sus principales obras. Los artistas griegos empleaban colores al agua para pintar grandes murales o decorar vasijas. Los ceramistas modelaban las piezas en tornos de alfarero y cuando se secaban las pulían, pintaban y cocían. El arte griego se divide normalmente en periodos artísticos que reflejan sus cambios estilísticos. Se divide en tres etapas, denominadas respectivamente arcaica, clásica o ática y helenística o postalejandrina. Su momento de mayor esplendor puede situarse en el período clásico, en tiempos del gobernante Pericles. De la pintura griega, que según numerosos textos alcanzó cotas magníficas de belleza sólo conservamos las copias deformadas que se encuentran en los mosaicos romanos. Los nombres de pintores que nos han transmitido la tradición son los de Polignoto, Patrasio, Zeuxis, Apeles y Demetrio. También en las pinturas de los vasos de cerámica (ánforas y cántaros), se puede percibir un pálido reflejo de lo que fue el arte pictórico griego. La función principal de la pintura monumental hasta aproximadamente el año 320 A.C., fue de carácter público, ocupándose de asuntos religiosos y de la conmemoración de los acontecimientos civiles más importantes, como las competiciones atléticas. Los ciudadanos sólo utilizaron las artes plásticas para la decoración de sus tumbas. Sin embargo, las artes decorativas se dedicaron sobre todo a la producción de objetos de uso privado. El ajuar doméstico contenía un gran número de vasijas de terracota pintadas, con elegantes acabados y las familias más ricas eran propietarias de vasijas de bronce y espejos. Muchos objetos realizados en terracota y bronce incorporaron pequeñas figurillas y bajorrelieves.

1- ETAPA ARCAICA

Durante el periodo arcaico, con la extensión geográfica y económica de la civilización griega, el incremento de la riqueza y los contactos con el exterior propiciaron el desarrollo en la decoración de vasijas por ejemplo, que fueron importantes objetos de comercio.
Hacia el año 675 A.C. los pintores de cerámica de Corinto empezaron a decorar las piezas con siluetas negras de figuras, generalmente animales desfilando, realizadas con formas redondeadas y dispuestas en uno o varios pequeños frisos. Es el estilo denominado PROTOCORINTIO. En el estilo CORINTIO, que se desarrolló plenamente hacia el 550 a.C. y del que se conservan numerosos ejemplos, los vasos están abarrotados de figuras sobre fondos florales. En las vasijas se representan a menudo monstruos fabulosos, como la quimera que escupe fuego, una criatura con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón. Otros motivos orientales similares aparecen en las piezas cerámicas encontradas en Laconia, Beocia, Calcis, Rodas y Sardes. La decoración de las vasijas cerámicas con la técnica de las figuras negras, que llegó de Corinto a Atenas hacia el 625 a.C., se combinó con el antiguo estilo ATENIENSE, más lineal y de mayor tamaño. La decoración se realizaba en engobe negro sobre el color rojo de la arcilla. Los detalles se grababan por incisión y a veces se destacaban y se les daba profundidad con el uso de reflejos de color rojo y blanco. A partir de este momento, las escenas representadas en los vasos cerámicos y los artistas que las pintaron se pueden identificar por ciertas inscripciones. Unos treinta pintores firmaron con su nombre las piezas decoradas y otros cien han podido ser identificados por su estilo característico. A los artistas más tardíos se les han asignado nombres modernos según la localización de alguna de sus obras más importantes, como el pintor de Berlín; por el tema de alguna de sus pinturas más representativas, como el pintor del jabalí; o por el nombre del ceramista para el que trabajaron, como el pintor de Amasis. Entre las obras maestras de este periodo están el vaso François, realizado el 560 a.C. por el alfarero Ergotimos y el pintor Klitias (Museo Arqueológico de Florencia); la copa de Dioniso, realizada por Exekias (Gliptoteca de Munich), y los trabajos de dos de los más destacados artistas en la técnica de las figuras negras, Lydos y Amasis. Los vasos decorados con la técnica de las figuras rojas se hicieron por primera vez el año 530 a.C., por iniciativa del ceramista Andocides. La decoración se realizaba con una técnica pictórica a la inversa, es decir, el fondo se pintaba de negro, dejando las figuras en el color rojo de la arcilla. Los detalles, en lugar de hacerse por medio de incisiones en la arcilla, se dibujaban con engobe negro, que a menudo formaba un relieve sutil. Se utilizó también un nuevo color, el castaño dorado, obtenido al diluir el barniz negro. Los pintores atenienses desarrollaron hacia el 540 a.C. un nuevo estilo cuyo principal ejemplo es una crátera que representa la lucha de Heracles contra el gigante Anteo. Además de mostrar un creciente interés por la anatomía humana, trajeron una nueva concepción del espacio que se hizo patente en la utilización del escorzo y en el uso de una capa de color marrón para crear sombras. Este fue el inicio de un tipo de pintura en el que la ilusión de tridimensionalidad se consigue, tanto por el sombreado de las figuras como por el contraste de manchas de color. Aunque el estilo de las figuras negras continuó siendo el dominante durante todo el periodo arcaico, la producción en el estilo de figuras rojas se fue incrementando poco a poco. Entre los pintores de vasos más importantes del final del periodo arcaico destacan Duris, el pintor de Brigos y el pintor de Berlín.

2 - ETAPA CLÁSICA ó ÁTICA
El arte griego del periodo clásico, que se desarrolló desde la época de las Guerras Médicas hasta el final del reinado de Alejandro Magno, por una parte se mantuvo totalmente independiente y por otra ejerció una gran influencia en otras culturas.
De la alta época clásica casi no se conservan pinturas murales. El pintor más importante del momento fue Polignoto. En sus frescos de Leskhe de los Cnidios en Delfos, descritos por el historiador griego Pausanias, representó la destrucción de Troya y la visita al Hades. Plinio el Viejo escribió que Polignoto fue el primer maestro de la expresión. El descubrimiento en 1968 de un sarcófago griego pintado al fresco en Paestum (c. 470 a.C., Museo Arqueológico de Paestum) muestra los logros de la pintura mural de la alta época clásica. Las figuras de los asistentes a un banquete y la representación de un nadador muestran el dominio de la anatomía, del trazo y de las expresiones faciales. Los ojos están dibujados de perfil en lugar de frontales y también aparecen escenas paisajísticas. En la pintura de vasijas las escenas de carácter simbólico y decorativo fueron remplazadas de forma gradual por representaciones tridimensionales, como en las obras de Pistoxenus y Penthesilea. Las formas son más nítidas, los ojos se representan de perfil y los pliegues de las telas adquieren formas más naturalistas. Estas características, especialmente en las vasijas del pintor de los Niobides, sugieren la influencia de Polignoto y ofrecen más información de su estilo artístico. Aunque dibujadas con una perspectiva lineal rudimentaria, las figuras de las vasijas del periodo clásico medio poseen un cierto efecto tridimensional. Todos los murales griegos del siglo IV a.C., incluyendo los del gran Apeles, han desaparecido. Sin embargo, su influencia puede observarse en los trampantojos y en los paisajes arquitectónicos pintados sobre los muros de las casas romanas de Pompeya y Herculano en el siglo I d.C. Las vasijas de Centuripa (Sicilia) son más complicadas y sus escenas están decoradas con figuras pintadas que recuerdan la técnica actual del pastel. Los cuerpos de estas piezas están adornados con motivos florales y tridimensionales.

3 - ETAPA HELENÍSTICA ó POST- ALEJANDRINA

Los griegos fueron receptivos a la influencia de ciertos elementos orientales, como la suntuosidad decorativa y las religiones exóticas. En las ciudades más prósperas de Asia Menor, así como en Alejandría (Egipto), se desarrolló un nuevo helenismo, mezcla del espíritu griego y de los estilos orientales.
Las escenas y motivos representados en los mosaicos son también probablemente el eco de pinturas monumentales realizadas con otras técnicas que no han llegado hasta nosotros.

ARTE ROMANO


El Arte romano es un conjunto de manifestaciones artísticas desarrolladas en la antigua Roma y su Imperio, que en su periodo de máximo apogeo se extendió desde las islas Británicas hasta el mar Caspio. Se considera que el final del arte romano y por consiguiente el inicio del arte medieval, llegó con la conversión del emperador Constantino I el Grande, al cristianismo y con el traslado de la capital del Imperio desde Roma a Constantinopla en el año 330. Sin embargo, el estilo romano e incluso sus temáticas paganas continuaron representándose durante siglos, a menudo bajo la impronta cristiana.
La originalidad del arte romano es muy discutida. Se les concede a los romanos una sensibilidad artística menos rica que a los griegos. Desde un punto de vista estético se puede decir que los romanos asimilaron el estilo griego-helenístico y lo adoptaron a sus propias necesidades. Los artistas romanos conseguían crear la ilusión de realidad, utilizando la técnica conocida como perspectiva aérea, mediante la que se representan de forma más borrosa los colores y contornos de los objetos más distantes para conseguir efectos espaciales. A juzgar por los testimonios literarios, la pintura romana alcanzó una gran importancia y parece que hasta hubo escuelas que se especializaron en temas históricos, paisajísticos y bodegones; pero, al igual que sucedió en Grecia, se han perdido casi todas las muestras. No obstante, podemos hacernos la idea de su magnificencia con los restos encontrados en algunas casas de Pompeya (como la casa Vetti). Las mejores composiciones son las de una casa de Pompeya que representan la iniciación a los misterios dionisíacos y las de una casa romana que representan una ceremonia nupcial (éstas se conocen como Bodas Aldobrandini). Hay que resaltar que la decoración de los edificios romanos, se realiza principalmente con elementos pictóricos: PINTURA MURAL, en cuya temática se percibe una clara evolución de los temas que imitan a la arquitectura, los temas mitológicos o simplemente ornamentales, y con MOSAICOS, de temas históricos como los de la casa Fauno de Pompeya, en donde se representa la lucha de Alejandro Magno contra los persas, y también de temas mitológicos y circenses, como los que, se encuentran en las principales ciudades hispano-romanas. Los romanos decoraban sus villas con suelos de mosaicos y exquisitos frescos representando rituales, mitos, paisajes, naturalezas muertas o bodegones, y escenas cotidianas.

EDAD MEDIA

ARTE MEDIEVAL

El arte de la edad media, que se desarrolló fuera del Imperio bizantino y dentro de lo que eran las fronteras del norte del mundo romano, puede clasificarse según sus rasgos estilísticos distintivos.

1 - ARTE CELTA
Floreció entre los siglos V y IX en los monasterios de diferentes zonas de las islas Británicas y se basaba sobre todo, en intrincados dibujos caligráficos. Se realizaron manuscritos miniados muy decorados, como los Evangelios de Lindisfarne (c. 698-721, Museo Británico, Londres), con elaborados motivos lineales, planos, en los que se combinan elementos celtas y germánicos.


2 – ARTE ROMÁNICO

La denominación “arte románico”engloba la producción artística del Occidente europeo durante los siglos XI y XII, inmediatamente a continuación del desarrollo del arte prerrománico de los países invadidos por los pueblos bárbaros.
En el periodo románico, los manuscritos del norte de Europa no denotaban ningún estilo concreto; algunas iluminaciones eran de inspiración clásica, mientras que otras señalaban un nuevo estilo de dibujo, enérgico y muy acusado.

- EN FRANCIA
En la pintura románica francesa (de funcionalidad estrictamente decorativa) se distinguen normalmente dos escuelas:

1.- La de la abadía benedictina de San Savin, que emplea tonos finos, apagados, suaves, con predominio de colores claros: verde, gris, amarillo, rojo y pálido.
2.- La de la iglesia de Berzé-la-Ville que ofrece pinturas sobre fondo azul oscuro y mayor riqueza cromática.
Se ha dicho, sin embargo, que la auténtica pintura del románico francés se halla en los vitrales, realizados en fragmentos de vidrio de diferente color ensamblados con plomo fundido, que aumentan la nitidez de los contornos y da una gran luminosidad y transparencia a las figuras. El vitral más famoso es el de los Reyes Magos en Saint-Denis, del siglo XII.


- EN ESPAÑA

Cataluña es un país riquísimo en pinturas románicas. Los frescos son de colores brillantes y vivísimos; los frontales de madera pintados al estuco están concebidos como si fuesen esmaltes.
Otras muestras del estilo pictórico del románico catalán se encuentran en los bordados y en las miniaturas.

- EN ITALIA
El románico italiano se encuentra en cierto modo comprendido entre la prolongación de la influencia bizantina y la aparición de determinados elementos pre-renacentistas. Las obras maestras de este período son los frescos de la basílica de Sant’ Angelo in Formia y las pinturas de la cripta de la Catedral de Agnani.
Se pueden destacar también las escuelas de miniatura que se desarrollaron en Roma y en Montecassino, en cuyos decorados geométricos y zoomórficos es perceptible la influencia celta e irlandesa.

- EN EL RESTO DE EUROPA
Se puede decir que en cuanto al arte pictórico florecieron varias escuelas (Colonia, Westfalia y Sajonia); pero lo más típicamente románico son las miniaturas, que en Alemania se caracterizan por su naturalismo y en Inglaterra por su colorido y su esquematismo de tradición celta.


3 – ARTE GÓTICO
El nombre de “arte gótico” designa al arte de la Edad Media comprendido entre la Antigüedad grecorromana y el Renacimiento. Este movimiento artístico fue predominante alrededor del 1150.

Entre las muchas características que definen la pintura de este periodo se encuentra la exquisita atención a los detalles, que denota una perspicaz observación de los seres humanos y de la naturaleza por parte del pintor. Las pinturas góticas son caracterizadas por las figuras alargadas que son sumamente decoradas. Hay a menudo poco intento de representar el espacio tridimensional y la perspectiva que ha sido empleada es por lo general una perspectiva aleatoria y poco convincente.
En el siglo XII se introdujo un gran repertorio de medios técnicos, y la pintura dejó de ser exclusiva de los monasterios. En el final del siglo XIV había un preponderancia hacia la elegancia mayor y el refinamiento y un interés de incremento a temas naturales. Las pinturas minuciosamente detalladas de plantas y animales se hicieron un rasgo común en estas pinturas. Como este estilo posterior no ha sido limitado a un país, a menudo lo llaman INTERNACIONAL GÓTICO.
Entre los diversos ESTILOS de pintura gótica destacan cuatro de mayor importancia: el FRANCO-GÓTICO, el SIENÉS, el FLAMENCO y una mezcla de los tres conocida como el estilo INTERNACIONAL.

En FRANCIA, durante el siglo XIII, la pintura gótica es fundamentalmente pintura de vidrieras y de manuscritos en los que las miniaturas se disponen por todo el texto divididas por elementos decorativos inspirados en temas arquitectónicos (por ejemplo, las diversas Biblias de la Universidad de París).
Durante el siglo XIV destaca la escuela de Borgoña, que por su realismo puede considerarse como un antecedente de la escuela flamenca.
En ITALIA la pintura gótica se desarrolla durante los siglos XIII (Duecento) y XIV (Trecento).

En LOS PAISES BAJOS, durante el período gótico, se asiste al florecimiento de una importantísima escuela de pintura conocida como la de los PRIMITIVOS FLAMENCOS. En el siglo XV, los pintores flamencos realizan una serie de obras maestras caracterizadas por una gran agudeza en la captación de la realidad y por la precisión en los detalles.

En ESPAÑA, el estilo franco-gótico, se desarrolla desde mediados del siglo XIII y comprende miniaturas, retablos y pinturas murales. El estilo italo-gótico se desarrolló preferentemente en tierras catalán-aragonesas. Los máximos exponentes de este estilo son: Duccio, Simone Martín, Van Der Weyden.

EDAD MODERNA

RENACIMIENTO

Simultáneamente a la revolución operada en el mundo de las letras y en el de las ideas, a principios del siglo XV surgió en Italia un movimiento artístico conocido por la Rinascita, que alcanzaría un impulso extraordinario. Durante el mismo, se produce un fuerte proceso de liberación de la individualidad del artista.
Siguiendo los modelos de la Antigüedad clásica greco-romana y gracias a la búsqueda de las bases científicas del arte, surge en Florencia el primer Renacimiento, correspondiente al siglo XV o Quattrocento.

Durante la segunda fase del Renacimiento o Cinquecento (siglo XVI), la hegemonía cultural pasó de Florencia a Roma, donde los Papas, con su labor de mecenas culturales, fueron auténticos impulsores del arte.

Los artistas generalmente mostraban en sus pinturas el cielo y santos, y llevaron poca relación a lo que se encontraba con la tierra. Sin embargo, el hombre comenzó a comprender su importancia y efecto sobre el mundo. Las figuras se hicieron más realistas, el espacio se hizo más verdadero y la historia cristiana comenzó a ser vista de un punto de vista humano.
Los artistas fueron capaces de recrear el mundo sobre paneles, frescos y retablos con facilidad. Comenzando con los trabajos estilizados de Giotto y Masaccio, el renacimiento culminó en creaciones monumentales de Leonardo, Rafael, y Miguel Angel.
Con las guerras que sufrió Italia en esta época, muchos artistas italianos emigraron y su exilio sirvió para propagar el estilo renacentistas por toda la geografía de Europa occidental.

El desarrollo de los principios de la perspectiva lineal, llevado a cabo por varios arquitectos y escultores a principios del siglo XV, permitió a los pintores conseguir, por medio de la representación bidimensional, la ilusión del espacio tridimensional.

Muchos de los artistas del primer renacimiento, como Paolo Uccello, Piero della Francesca y Andrea Mantenga, se valieron del empleo dramático de la perspectiva y del escorzo en su dibujo para producir la ilusión de la prolongación de un objeto o figura en el espacio.
Mientras artistas italianos renacentistas pusieron el énfasis sobre la perspectiva y la ilusión de espacio, artistas alemanes y flandenses estuvieron más interesados en pintura detallada.
La exploración de la anatomía condujo a un mayor entendimiento de la representación de la forma humana.

También se empezaba a utilizar la pintura al óleo, desafiando a la antigua supremacía del temple y del fresco.

Los pintores que explotaban el potencial de la nueva técnica trabajaban superponiendo estratos de veladuras de óleo transparentes y los lienzos sustituyeron a las antiguas tablas.

Algo más tarde, otros artistas, sobre todo los que trabajaban en Venecia, especialmente Domenico Veneziano, Giovanni Bellini y Giorgione, destacaron por los tonos cálidos de sus óleos.
En este período podemos nombrar a artistas como: Masaccio, Botticelli, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Correggio, Tiziano, El Veronés, entre otros.

MANIERISMO


Es un desarrollo del estilo renacentista. El manierismo se originó en Venecia, gracias a los mercaderes y en Roma, gracias a los Papas Julio II y León X, pero finalmente se extendió hasta España, Europa central y Europa del norte. Se trataba de una reacción anti-clásica que cuestionaba la validez del ideal de belleza defendido en el Alto Renacimiento.
El manierismo se preocupaba por solucionar problemas artísticos intrincados, como desnudos retratados en posturas complicadas. Las figuras en las obras manieristas tienen frecuentemente extremidades graciosas pero raramente alargadas, cabezas pequeñas y semblante estilizado, mientras sus posturas parecen difíciles o artificiales es decir alla maniera. Generalmente se ve al manierismo como una reacción contra la armonía, la orden y la perfección de los siglos XV y XVI. El estilo era frecuente en Italia entre 1520 y 1600.
El manierismo se caracterizó por su estilo sofisticado, artificioso y muy intelectual.

El término proviene en el empleo de la palabra “maniera”, queriendo decir “a la manera de....” o "la elegancia", significando la gracia, el equilibrio y la armonía. La palabra ha desarrollado una variedad de significados; sin embargo, esto generalmente es asociado con el arte y los artistas quien abiertamente demostraron la habilidad excesiva, el virtuosismo, y el capricho. siguiendo la línea de Miguel Ángel, Leonardo o Rafael, pero manteniendo, en principio, una clara personalidad artística. El significado peyorativo del término comenzó a utilizarse más adelante, cuando esa "maniera" fue entendida como una fría técnica imitativa de los grandes maestros.

El manierismo estuvo caracterizado por un empleo de colores brillantes, casi chillones, composiciones complicadas, exageración en las formas y el movimiento dramático. Se confería más importancia a la complejidad y a la distorsión que a la armonía de las líneas, al color o a la composición; en el manierismo, hasta las pinturas religiosas resultaban inquietantes para el espectador.

Entre los pintores de este estilo destacan Pontormo, Rosso Fiorentino, Parmigianino, Tintoretto y Bronzino. El más conocido de los manieristas tardíos es El Greco.
Como reacción al manierismo, surgió en Italia el caravaggismo.


BARROCO


El estilo barroco floreció en Roma. Tradicionalmente se le denomina así, al período que transcurre desde 1600 a 1750. La especial actitud estilística que caracteriza al arte barroco alcanzó un momento de madurez en Italia hacia 1630 y se desarrolló en los cuarenta años siguientes. A partir de este momento se difundió por todas las naciones de Europa, adquiriendo particular importancia en España y en las ciudades hispanoamericanas.

El nombre viene de Italia, de la palabra “barocco”, la cual significa bizarro o estrafalario.
El arte barroco es generalmente tipificado por su exhuberancia dramática y su emotiva atracción hacia el observador. El arte barroco también se caracteriza por su aspecto dinámico, en contraste con el estilo clásico, relativamente estático, del renacimiento. Esta tendencia se distingue por las líneas compositivas diagonales, que proporcionan el sentido del movimiento, y por el empleo de un marcado claroscuro
.
En la sensibilidad barroca se aprecia una tendencia espectacular hacia lo decorativo, un abandono de las reglas de la estética clásica, una búsqueda de originalidad a toda costa, un predominio de la fantasía sobre la fiel representación de la realidad, una exploración minuciosa de la sicología humana y un gusto desmesurado por la ampulosidad.

El arte barroco jugó un papel importante en los conflictos religiosos de este período., frente a la tendencia protestante a construir edificios para el culto de manera sobria y sin decoración. En este sentido se puede afirmar que el Barroco es la expresión de la Contrarreforma.

Durante el siglo XVIII, Venecia vuelve a situarse en primer plano como centro artístico.

No todo el arte de este período fue tan exuberante, sin embargo el dramatismo sombrío de algunos artistas igualmente fue llamado Barroco.
En este período se puede nombrar a: Rubens, Van Dyke, Rembrandt, Velásquez, Murillo y otros..


CLASICISMO


El clasicismo es una corriente estética e intelectual que tuvo su apogeo en los siglos XVIII y XIX, abarcando desde 1730 a 1820, aproximadamente, inspirado en los patrones estéticos y filosóficos de la Grecia clásica.

Se expresó en todos los dominios del arte.

Suplantó progresivamente al Barroco; siendo renovado a través del Neoclasicismo y atacado por el Romanticismo .

En la pintura, y lo mismo que el caravagismo, el Clasicismo es una reacción al manierismo que tiene su origen en Italia, donde surge el Clasicismo romano-boloñés.

Tiene su origen en Bolonia, ciudad intelectual y universitaria que reacciona frente a las formas caprichosas del manierismo optando por una pintura más realista pero buscando la belleza ideal y la expresión de los caracteres y estados de ánimo como hicieron en el arte de la antigua Grecia o en el Renacimiento. En este punto se aleja del naturalismo caravagista.

Se difundió entre los eclesiásticos, pues se apartaba de la vulgaridad caravagista y también en los medios cultos que veían la posibilidad de narrar historias mitológicas y alegorías.

Cultivó un tipo de paisaje sereno y equilibrado, en el que a menudo aparecen ruinas clásicas.

Este paisaje “clasicista” o “heroico” se difundió especialmente en Francia.


NEOCLASICISMO


A mediados del siglo XVIII, el estilo neoclásico destruyó las extravagantes formas a las que había llegado el Rococó, restaurando la sencillez de las formas antiguas.

Sus objetivos eran la vuelta a valores Clásicos y al renacimiento de los estilos elegantes del arte de lo Antiguos Griegos y Romanos.

Este resurgimiento clásico en las artes se debió a diferentes acontecimientos.
En primer lugar, a mediados del siglo XVIII, se iniciaron muchas excavaciones arqueológicas en Italia y en Grecia y se publicaron libros con dibujos de antiguas construcciones que los arquitectos ingleses y franceses copiaron con avidez.

En segundo lugar, en 1755, el historiador del arte alemán Johann Joachim Winckelmann publicó su ensayo Gedanken über die Nachahmung der Griechischen Werke in der Malerei und Bildhauerkunst (Reflexiones sobre la imitación de las obras griegas en la pintura y la escultura), ensalzando la escultura griega. Esta obra, ejerció gran influencia sobre los artistas

Los teóricos del arte de este período definieron las nuevas tendencias neoclásicas afirmando que la belleza ideal no existe en la naturaleza, sino que corresponde al hombre crearla con la fuerza de su espíritu artístico.

Este estilo se caracterizó por una preferencia en las líneas y la simetría, y por su préstamo frecuente de fuentes Antiguas.

Los máximos exponentes de la pintura neoclásica son franceses, pues en esta época París vuelve a ser el principal centro creador de novedades artísticas.

En el neoclasicismo se distinguen a: Goya, Vicente López y otros.

EPOCA CONTEMPORÁNEA
SIGLO XIX

ROMANTICISMO

Es un movimiento en la cultura, originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos.
Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo es que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Prosperó en Europa del norte y EEUU durante la etapa tardía del siglo XVIII y los inicios del siglo XIX.
El romanticismo es tan variado en sus manifestaciones que una definición sola es casi imposible. Frente al racionalismo del siglo de las Luces, el Romanticismo preconiza un culto a los sentimientos, una adoración de la sensibilidad, de la sensualidad.
Los románticos conciben el objeto artístico como la expresión inmediata del sentimiento, como la autorrealización espontánea de la individualidad del artista.
Estos dieron vuelta a las disciplinas intelectuales y colocaron la importancia sobre la imaginación y la expresión individual.
El movimiento romántico introdujo el gusto por lo medieval y lo misterioso, así como el amor por lo pintoresco y lo sublime de la naturaleza. Se dio rienda suelta a la imaginación individual y a la expresión de la emoción y del estado de ánimo, desbancando al enfoque intelectual razonado de los neoclasicistas.

En general, los pintores románticos preferían las técnicas coloristas y pictoricistas al estilo neoclásico, lineal y frío.

El iniciador de la pintura romántica francesa es Théodore Gericault, y el máximo exponente de la pintura romántica es Eugéne Delacroix.

El movimiento parecía que estaba oficialmente muerto por las tendencias del siglo XIX, pero el romanticismo ha sobrevivido en el siglo XX en movimientos artísticos como el expresionismo y el neo-expresionismo.


PRERRAFAELISMO


La Hermandad Prerrafaelista (Pre-Raphaelite Brotherhood) fue una asociación de pintores, poetas y críticos ingleses, fundada en 1848 en Londres por John Everett Millais, Dante Gabriel Rossetti y William Holman Hunt. La Hermandad duró como grupo constituido apenas un lustro, pero su influencia se dejó sentir en la pintura inglesa hasta entrado el siglo XX.
Los prerrafaelistas rechazaban el arte académico predominante en la Inglaterra del siglo XIX, centrando sus críticas en Sir Joshua Reynolds, fundador de la Royal Academy of Arts.

Desde su punto de vista, la pintura académica imperante no hacía sino perpetuar el manierismo de la pintura italiana posterior a Rafael y Miguel Ángel, con composiciones elegantes pero vacuas y carentes de sinceridad. Por esa razón, ellos propugnaban el regreso al detallismo minucioso y al luminoso colorido de los primitivos italianos y flamencos, anteriores a Rafael (de ahí el nombre del grupo), a los que consideraban más auténticos.

La sesión inaugural de la Hermandad tuvo lugar en casa de los padres de John Millais, en Gower Street (Londres), en 1848.

Los autores de esta corriente se inspiraron básicamente en el estilo artístico que se dio antes del maestro Rafael, de ahí el nombre que tomaron estos artistas. Es decir, su pintura se focaliza especialmente en evocar el estilo de los antiguos pintores del Renacimiento.
Los objetivos de la Hermandad se resumían en cuatro declaraciones:

-Expresar ideas auténticas y sinceras;
-Estudiar con atención la Naturaleza, para aprender a expresar estas ideas;

-Seleccionar en el arte de épocas pasadas lo directo, serio y sincero, descartando todo lo convencional, autocomplaciente y aprendido de memoria;

-Lo más importante de todo, buscar la perfección en la creación de pinturas y esculturas.
Estos principios no tenían un carácter dogmático, ya que los prerrafaelistas creían en la libertad personal de los artistas para escoger sus propias ideas y técnicas pictóricas. Bajo la influencia del Romanticismo, pensaban que la libertad y la responsabilidad eran en el arte conceptos inseparables. Sin embargo, les fascinó particularmente la Edad Media, que entrañaba para ellos una integridad espiritual y creativa que se había perdido en épocas posteriores. Este énfasis en lo medieval suponía en la práctica un alejamiento del realismo, que propugnaba una observación independiente de la naturaleza. En sus primeros momentos, los prerrafaelistas creyeron que medievalismo y realismo eran compatibles, pero en años posteriores el movimiento terminó por escindirse en dos direcciones.
La visión prerrafaelista era óptica e investigadora. Al otorgar a los detalles naturales el mismo valor que al elemento figurativo principal subvertían la idea académica de una composición organizada jerárquicamente, en la que el fondo quedaba subordinado al foco de interés humano. Cada forma de la naturaleza era tratada con gran exactitud, de forma única y autónoma. Este detallismo en la representación pictórica motivó la comparación con el alcanzado por la fotografía y por el microscopio.
Los prerrafaelitas pintaban directamente del natural, intentando captar de cerca el detalle. Su objetivo no era la ingenuidad, sino la autenticidad. Para ello la ciencia constituía una guía fiable. Pintar al aire libre en lugar de recurrir a la memoria era fundamental para liberar la mente de esquemas preestablecidos y de verificarlo todo a partir del motivo representado.

Un factor importante en la preferencia por la pintura al aire libre fue el deseo de captar el color tal como aparecía en la naturaleza.
Ésto les llevó a intentar distinguir entre colores “absolutos” (aquellos que poseen los objetos vistos por separado, sin influencia de ningún otro color) y “aparentes” (aquellos que se regulan entre ellos al ser vistos en conjunto).
En cuanto a los lugares representados en sus obras pictóricas, preferían zonas de la periferia de las ciudades, de fácil acceso en tren, siguiendo una especie de principio de proximidad. Lawrence Alma-Tadema, John Everett Millais (1829–1886), Dante Gabriel Rossetti (1820–1882) y William Holman Hunt (1827-1910), considerados los fundadores del grupo.
Hunt y Millais eran estudiantes en la Royal Academy of Arts. Rossetti era discípulo de Ford Madox Brown (1821–1893).

REALISMO


El realismo supone el intento por describir el comportamiento humano y su entorno, o por representar figuras y objetos tal y como actúan o aparecen en la vida cotidiana. Esta tendencia ha existido periódicamente a través de la historia en todas las artes; sin embargo, el término se restringe habitualmente al movimiento que comenzó a mediados del siglo XIX como reacción al romanticismo.

Por lo tanto podemos definir al realismo como un movimiento que surge como oposición al idealismo de clásicos y románticos y propone buscar el reflejo de la realidad objetiva y la descripción de la naturaleza y de la vida cotidiana.
Aunque nunca se desarrolló una escuela realista como tal, el concepto sí se ha manifestado de diferentes maneras y en distintas ocasiones.

El término realista, utilizado para describir una obra de arte, a menudo, significa simplemente objetos y figuras feas en oposición a aquellas que se consideran bellas. Con frecuencia se usa para describir escenas humildes de la vida. Este término implica una labor de crítica a las condiciones sociales, sin rehuir en ningún momento lo desagradable.

Algunos de los trabajos de artistas franceses como Gustave Courbet (por ejemplo, Los picapedreros, 1850), Honoré Daumier y Jean-François Millet han sido catalogados como realistas sociales.

El máximo representante del Realismo francés es Gustave Courbet.


NATURALISMO


El naturalismo va a ser una de las respuestas más inmediatas y concretas a las nuevas necesidades.

Dentro de los parámetros marcados por la Iglesia, Caravaggio, uno de los primeros artistas con leyenda negra, establece unos rasgos estilísticos que causaron furor en la Europa contra reformista del siglo XVII.

La pintura de esta Escuela trabaja por norma general en óleo sobre lienzo. Son cuadros de gran formato, con pocas figuras de tamaño casi natural, a veces incluso mayor. Si pensamos que estos lienzos se colgaban a una altura media de metro y medio o dos metros sobre el suelo, el visitante que penetra en la oscuridad de una iglesia quedaba prontamente captado por la imagen enorme que ofrecía el lienzo. La escasez de figuras y espacio implicaba una escena sencilla, con pocos personajes y una acción a lo sumo. El momento pintado escogido tenía que ser, por lo tanto, relevante dentro de la historia bíblica que se narraba.
El hecho de que se denomine Naturalismo se debe a que para acercar la imagen al espectador se practica un arte no idealizado, que no oculta los defectos de los personajes, que escoge a éstos de entre los habitantes de la ciudad, con rostros curtidos, arrugados...
El adjetivo "tenebrista" se debe al manejo virtuoso del claroscuro, técnica que ya se conocía pero que se usaba con gran mesura. Consiste en acentuar los contrastes entre zonas iluminadas y zonas en sombra. Así, hay fondos neutros que se pierden en la oscuridad, donde no se intuye ningún espacio, ningún personaje más. Y en contraste, se realzan violentamente rostros, manos, telas, con focos de luz laterales y diagonales, que inciden sobre las superficies aplanando su volumen y creando un ritmo interno de la composición basada en el juego lumínico. Este juego produce un efecto espectacular y fue una de las claves del éxito de dicha Escuela.

Los temas, como ya se ha mencionado, son mayoritariamente religiosos, eluden normalmente el paisaje y renuevan el concepto de bodegón.

En Roma, Caravaggio y Artemisia Gentilleschi destacan por su maestría, también el padre de Artemisia, Orazio, y como futuros tránsfugas, Guido Reni y el Guercino: ambos se inician en una versión suavizada del tenebrismo y terminan por pasar a las filas de los Carracci, para practicar un idealismo más acorde con la evolución del gusto cortesano. La incidencia del caravaggismo fue internacional.
Las escuelas más afortunadas en su adaptación fueron la del Barroco sevillano, los caravaggistas franceses y los de Utrecht, aunque el estilo en general impregnó toda la producción del XVII y posterior. Hay pintores que no se incluyen dentro de una Escuela concreta tenebrista: son los casos de Rembrandt o Lievens.

IMPRESIONISMO

El fenómeno artístico más significativo de la segunda mitad del siglo XIX (1860) es el surgimiento en Francia del movimiento pictórico del Impresionismo, que afirmó su espontaneidad creadora frente a todas las reglas académicas y buscó el valor de sus pinturas en la percepción inmediata de los colores. Es decir: apareció como reacción contra el arte académico.

Con anterioridad al Impresionismo, el marco artístico, era dominado por un eclecticismo, al que respondió la generación de las rupturas estilísticas, con una serie de rupturas que darán personalidad propia al arte moderno.

El movimiento impresionista se considera el punto de partida del arte contemporáneo.
El impresionismo en pintura partió del desacuerdo con los temas clásicos y con las rígidas fórmulas artísticas preconizadas por la Academia Francesa de Bellas Artes.
La Academia fijaba los modelos a seguir y patrocinaba las exposiciones oficiales del Salón Parisino.
Los impresionistas, en cambio, escogieron la pintura al aire libre y los temas de la vida cotidiana. Su primer objetivo fue conseguir una representación del mundo espontánea y directa y para ello se centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos.

Los pintores impresionistas celebraron la visión aplastante de la naturaleza, vista en el esplendor de luz natural: el alba, la luz del día o el crepúsculo. Estos pintores estuvieron fascinados por la relación entre la luz y el color.
Fueron muy radicales en su opción de materia, evitando temas tradicionales históricos, religiosos o románticos para concentrarse en paisajes y las escenas de vida diaria.
Los impresionistas se preocuparon más por captar la incidencia de la luz sobre el objeto que por la exacta representación de sus formas, debido a que la luz tiende a difuminar los contornos y refleja los colores de los objetos circundantes en las zonas de penumbra.
Los pintores académicos definían las formas mediante una gradación tonal, utilizando el negro y el marrón para las sombras.
Los impresionistas eliminaron los detalles minuciosos y tan sólo sugirieron las formas, empleando para ello los colores primarios “cyan, magenta y amarillo” y los complementarios “naranja, verde y violeta”, prescindiendo de negros, pardos y tonos terrosos. Consiguieron ofrecer una ilusión de realidad, aplicando directamente sobre el lienzo pinceladas de color cortas y yuxtapuestas, que mezcladas por la retina del observador desde una distancia óptima aumentaban la luminosidad mediante el contraste de un color primario (como el magenta) con su complementario (verde). Pintura libre y suelta, era lo que realizaban.

De este modo, los impresionistas lograron una mayor brillantez en sus pinturas que la que se produce normalmente al mezclar los pigmentos antes de aplicarlos.

En el siglo XVII Jan Vermeer había utilizado fuertes contrastes de luces y sombras para bañar sus lienzos de luz natural. Diego Velázquez en el mismo siglo y Francisco de Goya a finales del siglo XVIII captaron la impresión lumínica mediante la eliminación de sombras secundarias y la introducción de zonas de luz en detrimento de la nitidez de los contornos. Su pincelada también preludió la de los impresionistas franceses.
La segunda mitad del siglo XIX presenció importantes evoluciones científicas y técnicas que permitieron la creación de nuevos pigmentos con los que los pintores darían nuevos colores a su pintura, generalmente al óleo. Los pintores consiguieron una pureza y saturación del color hasta entonces impensables, en ocasiones, con productos no naturales. A partir del uso de colores puros o saturados, los artistas dieron lugar a la ley del contraste cromático, es decir: «todo color es relativo a los colores que le rodean», y la ley de colores complementarios enriqueciendo el uso de colores puros bajo contrastes, generalmente de fríos y cálidos. Las sombras pasaron de estar compuestas por colores oscuros a estar compuestas por colores fríos o desaturados que, a la vez, creaban ilusión de profundidad. Del mismo modo, las luces pasaron de ser claras a ser saturadas y cálidas, resaltando del fondo. Podemos decir que, rompiendo con la dinámica clásica del claroscuro, más propio del dibujo, una sombra podría ser más intensa, clara y saturada que una luz y, sin embargo, seguir creando ilusión de sombra y profundidad. Asimismo enriquecieron el lenguaje plástico separando los recursos propios del dibujo y aplicando únicamente los recursos propios de la pintura: es decir, el color. Para definir la forma, su riqueza de color les permitió afinar el volumen mediante más matices lumínicos, creando luces dentro de las zonas de sombra y sombras dentro de las zonas iluminadas recurriendo únicamente al uso del color. Un buen ejemplo del uso de los colores saturados para luces y sombras indistintamente lo encontramos en el cuadro La catedral de Ruán de Claude Monet al lado. Este uso de los colores sería absorbido después por las primeras vanguardias, especialmente por el fauvismo de Matisse o Gauguin.
Aunque los hallazgos del impresionismo francés resultaron decisivos para la pintura del siglo XX, los intentos por plasmar los efectos de la luz natural no eran nuevos.
El impresionismo francés influyó en artistas de todo el mundo.

El nombre del movimiento ha sido inspirado por una de las pinturas de Claudio Monet.
El principal precursor del movimiento impresionista fue Edouard Manet y las figuras principales del movimiento fueron: Edgar Degas, Claude Monet, Berthe Morisot, Camille Pissarro, Auguste Renoir y Alfred Sisley.


POST – IMPRESIONISMO

El Postimpresionismo, término que engloba los diferentes estilos pictóricos que sucedieron en Francia al impresionismo, entre 1880 y 1905 aproximadamente.

Fue acuñado por el crítico británico Roger Fry en 1910, con motivo de la exposición celebrada en Londres de pinturas de Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh. Además de estos tres artistas, también se incluyen en esta corriente Henri de Toulouse-Lautrec y Georges Seurat.
Aunque los postimpresionistas basaron su obra en el uso del color experimentado por los impresionistas, reaccionaron contra el deseo de reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo.
Si hasta entonces primaban el estudio racional de la obra, la composición sobre dibujos previos y la claridad de las líneas, los impresionistas abandonaron ese suelo para tratar de captar en sus obras la impresión espontánea, tal como llegaba a sus sentidos. No les importaba tanto el objeto que se quería pintar como la sensación recibida. La sensación fugaz, efímera, difícilmente perceptible y reproducible. Los pintores impresionistas abandonaron los talleres y salieron al exterior. Sus modelos fueron la calle, el edificio, el paisaje, la persona, el hecho pero no en su concepción estática y permanente sino percibidos en ese momento casi único. El pintor impresionista pintaba in situ y terminaba la obra con rapidez. Utilizaba trazos sueltos, cortos y vigorosos. Los objetos y el propio espacio no se delimitaban con líneas siguiendo los cánones renacentistas sino que se formaban en la retina del observador a partir de esos trazos imprecisos. La pintura impresionista descubrió el valor cambiante de la luz y su movimiento, utilizando una rica paleta cromática de la que excluyeron el negro porque el color negro, según decían, no existía en la naturaleza.

La obra de Cézanne, Gauguin y Van Gogh se caracterizó por un uso expresivo del color y una mayor libertad formal.
Cézanne se interesó por resaltar las cualidades materiales de la pintura, representando seres vivos y paisajes, volúmenes y relaciones entre superficies, como en Pinos y rocas (1895-1898, Museo de Arte Moderno, Nueva York). Su interés por las formas geométricas y la luz prismática inherente en la percepción de la naturaleza anticipó los experimentos del cubismo.
Gauguin, en un intento por conseguir la capacidad comunicadora del arte popular, se centró en la representación a base de superficies planas y decorativas, como se aprecia en la obra Calvario bretón (1889, Palacio de Bellas Artes, Bruselas).
Van Gogh, por su parte, se aproximó a la naturaleza con vigorosas pinceladas coloristas, evocadoras de las emociones internas del artista. Su experimentación subjetiva, ejemplificada en Noche estrellada (1889, Museo de Arte Moderno de Nueva York), preludió el expresionismo.

Toulouse-Lautrec estuvo fuertemente influido por las composiciones lineales de los grabados japoneses, y su obra se caracterizó por los intensos grabados de contorno y los colores planos.


1 - MODERNISMO

Modernismo es el término con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo XIX y principios del XX. Según los distintos países, recibió diversas denominaciones: Art Nouveau (en Bélgica y Francia), Modern Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y países nórdicos), Liberty o Floreale (en Italia), y Modernismo (en España). Si bien existe cierta relación que los hace reconocibles como parte de la misma corriente, en cada país su desarrollo se expresó con características distintivas.Se distingue por su creatividad, el gusto por lo refinado, el deseo de salir de la realidad cotidiana y de conocer otras culturas y costumbres.

Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, llevando a cabo una ruptura con los estilos dominantes en la época, tales como el historicismo o el eclecticismo. Se trata de crear una estética nueva, en la que predominan la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporan novedades derivadas de la revolución industrial. Y así en arquitectura es frecuente el empleo del hierro y el cristal. Sin embargo, es igualmente una reacción a la pobre estética de la arquitectura en hierro, tan en boga por esos años.

En gran medida sus aspiraciones se basan en las ideas de John Ruskin y William Morris, que podemos resumir en democratizar la belleza en el sentido de que hasta los objetos más cotidianos tengan valor estético y sean asequibles a toda la población (socialización del arte), aunque sin utilizar las nuevas técnicas de producción masiva
El modernismo tuvo su mayor auge entre los años 1892 y 1902. Se considera que las primeras pinturas modernistas se encuentran en el Castillo de Roquetaillade (Francia).
Eugène Viollet-le-Duc restauró el castillo en la década de 1850 y aun cuando su ideal para el torreón del castillo era producir una recreación gótica, la imitación dio lugar a frescos que son ejemplos del un estilo germinal modernista, arguyéndose a la vista de sus movimientos orgánicos, los colores y la gracia de sus formas.

Paul Cézanne (1839 – 1906) representa la primera reacción importante contra el Impresionismo al abogar por un más adecuado tratamiento de la forma y el volumen. Su consideración de que todas las formas naturales podrían reducirse a la combinación de esferas, conos y cilindros, le convierte en un precursor del cubismo.
En sus bodegones, naturalezas muertas, paisajes y retratos dio muestras de una gran sabiduría compositiva y de una enorme autonomía frente a la realidad.
Entre sus obras más conocidas se cuentan: Las bañistas, Jugadores de cartas, Jarrón azul, La casa del ahorcado y El muchacho del chaleco rojo.


2 - SIMBOLISMO
El simbolismo es un movimiento literario y artístico que floreció en Francia a fines del siglo XIX.
Los artistas simbolistas rechazaron el realismo, creyendo y mostrando en sus pinturas que las ideas y los estados de mente debían más bien transportar, en vez de simplemente describir el mundo visible.
El movimiento simbolista reacciona contra los valores del materialismo y del pragmatismo de la sociedad industrial, reivindicando la búsqueda interior y la verdad universal.

Necesitó desde un principio de un idioma pictórico abstractivo. En consecuencia, los pintores hicieron uso de un vocabulario de formas lineal y ornamental y de una composición del cuadro anti naturalista. Son especialmente estos elementos abstractivos y acentuados en la linealidad, así como las relaciones composicionales inmanentes al cuadro, los que hacen del Simbolismo el precursor del tan cercano Modernismo. En Gustave Moreau existe una visión particular sobre la belleza, el amor y la muerte. Pierre Puvis de Chavannes parece perpetuar la claridad y el rigor compositivo del clasicismo combinado con colores planos y claros. Sus obras parecen vacías de movimiento y de luz. Odilon Redon encamina sus esfuerzos hacia la representación de ideas, de tal manera que su obra se aproxima a lo que más tarde será la estética surrealista.
El Simbolismo pretende restaurar significado al arte, que había quedado desprovisto de éste con la revolución impresionista. El Simbolismo es una tendencia que supera nacionalidades, límites cronológicos y estilos personales. Podemos encontrar figuras tan dispares como Vincent Van Gogh, Paul Gauguin, Gustav Klimt, Edvard Munch, etc.
El Simbolismo derivará en una aplicación bella y cotidiana en el arte europeo de fines del siglo XIX y principios del XX: el Art Nouveau.
Paul Gauguin (1848 – 1903), que se había iniciado en el Impresionismo, creó su propio estilo, hecho de formas simplificadas, colores planos, y nitidez del dibujo.
A pesar de que su obra recibió los elogios de la crítica independiente, decidió trasladarse a Tahití en busca de un país ingenuo que todavía poseyese el encanto de lo natural.
Allí pintó sus obras maestras: Mujeres en la playa, En el mercado, ¿De dónde venimos, quiénes somos, adonde vamos?

3 – EXPRESIONISMO PRIMITIVO

El primer renovador del Impresionismo, en un sentido expresionista, fue el genial Vincent Van Gogh (1853 – 1890), que realizó toda su obra en el corto período de los cinco últimos años de su vida. Su estilo definitivo, un impresionismo exaltado y ardiente, una luz cegadora de intensidad y unos colores purísimos con los que pretendía expresar toda la gama de las pasiones humanas, ejercieron una influencia decisiva en el nacimiento de la pintura contemporánea.

En su última etapa pintó sus obras más tensas, dinámicas, dislocadas y en definitiva renovadoras (Campo de trigo, Iglesia de Aubers, El doctor Gachet).


PUNTILLISMO


George Seurat fue el creador de la técnica pictórica conocida como puntillismo, basada en el hecho de que toda la mezcla de colores disminuye la luminosidad de sus componentes, aumentando el sentido del negro. Para evitar este inconveniente, se aplican sobre la tela colores sin mezcla, en forma de pequeños toques o puntos, y se deja que la mezcla se realice en la retina del espectador.
El ejemplo más destacado es el cuadro Un domingo de verano en la Grande Jatte 1884-1886, Art Institute de Chicago).


ÉPOCA CONTEMPORÁNEA
SIGLO XX

EXPRESIONISMO


El Expresionismo es una fuerza artística concentrada mayormente en Alemania desde 1905 hasta 1930. Fue una corriente artística que buscaba la expresión de los sentimientos y las emociones del autor, más que la representación de la realidad objetiva.

Apareció como reacción frente a los modelos que habían prevalecido en Europa desde el renacimiento, particularmente en las anquilosadas academias de Bellas Artes.

Uno de los referentes del arte expresionista fue el arte primitivo, especialmente el de África y Oceanía, difundido desde finales del siglo XIX por los museos etnográficos. Las vanguardias artísticas encontraron en el arte primitivo una mayor libertad de expresión, originalidad, nuevas formas y materiales, una nueva concepción del volumen y el color, así como una mayor trascendencia del objeto, ya que en estas culturas, las obras no eran “simples obras de arte”, sino que tenían una finalidad religiosa, mágica, totémica, votiva, suntuaria, etc. Son objetos que expresan una comunicación directa con la naturaleza, así como con las fuerzas espirituales, con cultos y rituales, sin ningún de tipo de mediación o interpretación.

Más que un estilo con características propias comunes fue un movimiento heterogéneo, una actitud y una forma de entender el arte que aglutinó a diversos artistas de tendencias muy diversas y diferente formación y nivel intelectual

En el Expresionismo se valoran, ante todo, los contenidos y las actitudes emocionales en su forma más completa. La composición se hace desgarrada y el color, violento, adquiere tonos simbólicos. El pintor busca producir un choque emocional en el espectador, despertarle del letargo de la banalidad. Con sus colores violentos y su temática de soledad y de miseria, el expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos artísticos e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y del período de entreguerras (1918-1939). Esa amargura provocó un deseo vehemente de cambiar la vida, de buscar nuevas dimensiones a la imaginación y de renovar los lenguajes artísticos. El expresionismo defendía la libertad individual, la primacía de la expresión subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas prohibidos “lo morboso, demoníaco, sexual, fantástico o pervertido”. Intentó reflejar una visión subjetiva, una deformación emocional de la realidad, a través del carácter expresivo de los medios plásticos, que cobraron una significación metafísica, abriendo los sentidos al mundo interior.

Los pintores expresionistas buscaron desarrollar formas pictóricas, las cuales podrían expresar sus más profundos y mejores sentimientos, que representasen al mundo externo. Para lograrlo, los temas se exageran y se distorsionan con el fin de intensificar la comunicación artística.

El expresionismo suele ser entendido como la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad.
Entendido de esta forma, el expresionismo es extrapolable a cualquier época y espacio geográfico.

Aunque el término expresionismo no se aplicó a la pintura hasta 1911, sus características se encuentran en el arte de casi todos los países y periodos.

Parte del arte chino y japonés resalta las cualidades esenciales del sujeto por encima de su apariencia física.

Los artistas de la Europa medieval exageraban sus figuras en las catedrales románicas y góticas para intensificar la expresividad espiritual. La intensidad expresiva creada mediante la distorsión aparece también en el siglo XVI en las obras de los artistas manieristas, como el pintor español El Greco y el alemán Matthias Grünewald. Sin embargo, los auténticos precursores del expresionismo vanguardista aparecieron a finales del siglo XIX y comienzos del XX, en especial el pintor holandés Vincent van Gogh, el francés Paul Gauguin y el noruego Edvard Munch, que utilizaron colores violentos y exageraron las líneas para conseguir una expresión más intensa.

La pintura expresionista es intensa, apasionante y altamente personal, basada en el concepto de la pintura en el lienzo como un vehículo de demostración de las emociones. La violencia, el color irreal y el trabajo dramático hicieron que la típica pintura expresionista se estremeciera con la vitalidad.

No es sorprendente que Vincent Van Gogh con su pintura de frenética técnica y extraordinario uso del color, fuera la inspiración de muchos pintores expresionistas.

El término “expresionismo” fue utilizado por primera vez por el pintor francés Julien-Auguste Hervé, que utilizó la palabra “expressionisme” para designar una serie de cuadros presentados en el Salón de los Independientes de París en 1901, en contraposición al impresionismo.


1 – FAUVISMO

El Fauvismo fue un movimiento pictórico francés de escasa duración (entre 1904 y 1908, aproximadamente) que revolucionó el concepto del color en el arte contemporáneo.

El nombre de Fauvismo proviene de una exposición presentada en París en 1905, a la que un crítico, despectivamente, tituló “La cage aux fauves”, es decir “La jaula de las fieras”.

El principio esencial de los fauvistas consiste en la construcción del espacio pictórico por medio de colores puros (principalmente el verde) aplicados sin modelados ni claroscuros, de lo que resultan telas cargadas de sensualidad.

Aunque concebían la actividad artística como un impulso vital, el punto de partida fue la resolución de problemas puramente plásticos, como el uso del color en una función plástica y constructiva al mismo tiempo.

Los cuadros de aquella exposición presentada en París, parecen haber estado pintados con gran entusiasmo y pasión. El salvajismo manifiesta por sí mismo principalmente la fuerza de colores, el trabajo dinámico de la brocha, y la profundidad expresiva de sus pinturas, lo que evoca fantasía, un mundo alegre que realza la emoción y el color.

Los fauvistas rechazaron la paleta de tonos naturalistas empleada por los impresionistas en favor de los colores violentos, introducidos por los postimpresionistas Paul Gauguin y Vincent van Gogh, para crear un mayor énfasis expresivo. Alcanzaron una intensa fuerza poética gracias al fuerte colorido y al dibujo de trazo muy marcado, desprovisto de dramatismo lumínico.

Los integrantes del fauvismo fueron: André Derain, Maurice de Vlaminck, Raoul Dufy, Georges Braque, Henri Manguin, Albert Marquet, Jean Puy, Emile Othon Friesz y Henri Matisse, su principal exponente.

Técnicamente, el uso fauvista del color derivó de los experimentos realizados por Matisse en Saint-Tropez durante el verano de 1904, donde contactó con los pintores que aplicaban pequeñas manchas de color puro para conseguir una imagen óptica más científica que la de los impresionistas.
Los cuadros neoimpresionistas de Matisse, mientras siguió estrictamente estas reglas, ya mostraban un pronunciado interés por el lirismo del color.
Resumiendo, las características principales del fauvismo son: uso del color liberado con respecto al dibujo; olvido de otros aspectos como el modelado, el claroscuro, la perspectiva y la composición; desprecian también la habilidad técnica; intención pura de expresar sentimientos; el dibujo será un aspecto secundario; defienden una actitud rebelde, de transgredir las normas con respecto a la pintura; los temas, van a ser muy diversos: algunos pintarán el mundo rural, otros el ámbito urbano, otros pintan desnudos, temas en interiores ó al aire libre y la alegría de vivir va a ser tema recurrente para la mayoría.

2 – EXPRESIONISMO ALEMÁN

Las manifestaciones más coherentes del Expresionismo surgieron en Alemania.

En Alemania, el expresionismo fue más un concepto teórico, una propuesta ideológica, que no un programa artístico colectivo, si bien se aprecia un sello estilístico común a todos sus miembros.
Frente al academicismo imperante en los centros artísticos oficiales, los expresionistas se agruparon en torno a diversos centros de difusión del nuevo arte, especialmente en ciudades como Berlín, Colonia, Múnich, Hannover y Dresde. Asimismo, su labor difusora a través de publicaciones, galerías y exposiciones ayudaron a extender el nuevo estilo por toda Alemania y, más tarde, toda Europa.
Fue un movimiento heterogéneo que, aparte de la diversidad de sus manifestaciones, realizadas en diversos lenguajes y medios artísticos, presentó numerosas diferencias e incluso contradicciones en su seno, con gran divergencia estilística y temática entre los diversos grupos que surgieron a lo largo del tiempo, e incluso entre los propios artistas que los integraban. Incluso los límites cronológicos y geográficos de esta corriente son imprecisos: si bien la primera generación expresionista (Die Brücke, Der Blaue Reiter) fue la más emblemática, la Nueva Objetividad y la exportación del movimiento a otros países supuso su continuidad en el tiempo al menos hasta la Segunda Guerra Mundial; geográficamente, si bien el centro neurálgico de este estilo se situó en Alemania, pronto se extendió a otros países europeos e incluso del continente americano.

En la primer fase del expresionismo alemán, el primer grupo se fundó en Dresde en 1904, con los pintores Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel y Karl Schmidt-Rottluff, y se llamó “Die Brucke” (El puente). Su estética está muy vinculada con la de la antigua mitología germánica, de sabor panteísta y naturalista. Otro grupo expresionista se aglutinó desde 1910 entorno a la revista berlinesa “Der Sturm” (La tormenta).

A los pintores anteriormente nombrados se les unieron en 1906 Emil Nolde y Max Pechstein, y en 1910 Otto Müller. En 1912 expusieron sus cuadros junto a un grupo de Munich denominado Der Blaue Reiter (El jinete azul), integrado por los pintores alemanes Franz Marc, August Macke y Heinrich Campendonk, el suizo Paul Klee y el ruso Wassily Kandinsky.
Esta primera fase del expresionismo alemán estuvo marcada por la visión satírica de la burguesía y el fuerte deseo por representar las emociones subjetivas.
Die Brücke se disolvió en 1913, un año antes del comienzo de la I Guerra Mundial (1914-1918).

El grupo de los fauves, así como el pintor francés Georges Braque y el español Pablo Picasso, influyeron y posteriormente recibieron, la influencia del expresionismo alemán.

La siguiente fase del expresionismo se llamó Nueva objetividad (Neue Sachlichkeit) y surgió de la desilusión subsiguiente a la I Guerra Mundial. Fundado por Otto Dix y George Grosz, se caracterizó a la vez por su pesimismo existencial y por una actitud ante la sociedad sumamente satírica y cínica.

Mientras tanto, el expresionismo se había convertido en un movimiento internacional y la influencia de los alemanes ya se podía apreciar en los trabajos de artistas foráneos, como el pintor austriaco Oskar Kokoschka, los franceses Georges Rouault, Chaïm Soutine, el búlgaro nacionalizado francés Jules Pascin y el estadounidense Max Weber.


CUBISMO

Uno de los primeros movimientos artísticos del siglo XX surgió de la revolución cubista, la mayor revolución pictórica de nuestro siglo. El Cubismo es un movimiento artístico que se manifestó sobre todo en pintura, cuyo objetivo principal era el de alejarse de la representación naturalista y conseguir plasmar de modo simultáneo sobre la superficie del cuadro un objeto visto desde múltiples ángulos.

El Cubismo se desarrolló hacia 1907, alcanzó su apogeo alrededor de 1914 y continuó evolucionando durante la década de 1920.

El descubrimiento del arte negro, la exposición retrospectiva de Cézanne en 1907 y la poesía de Apollinaire y Max Jacob se convierten en las principales influencias del nuevo estilo.

Las formas que construyen los pintores del cubismo siguen unos esquemas rígidamente geométricos, muy propios de la pintura intelectualista. A este respecto, son muy significativas dos frases de los máximos representantes de este estilo: Picasso, “Yo pinto los objetos como los pienso, no como los veo”, y Braque “Los sentidos deforman, el espíritu forma”.

Al rechazar la representación realista seguida desde el renacimiento, el cubismo significó un cambio crucial en la historia del arte, convirtiéndose en el precursor de la abstracción y de la subjetividad artística. Fue una revolución contra el sentimentalismo y el realismo de la pintura tradicional, contra la importancia que se daba al efecto de la luz y el color y contra la ausencia de formas, características del impresionismo.

Los cubistas rechazan la perspectiva y el movimiento y le dan primacía a la línea y la forma.
Se inspiró fundamentalmente en el arte de las tribus de África y Oceanía.
Los cubistas seguían la sentencia del postimpresionista francés Paul Cézanne, que afirmaba que "todas las formas de la naturaleza parten de la esfera, el cono y el cilindro" y está influido por el afán constructivo y geometrizante de George Seurat.

La expresión más frecuente dentro del cubismo presenta un enfoque analítico y abstracto del tema; el artista determina y pinta las formas geométricas básicas que componen el objeto, sobre todo el cubo o el cono, o los planos básicos que revelan las formas geométricas subyacentes.
Otra fase de la pintura cubista (el cubismo sintético) presenta un objeto desde diferentes ángulos, imposibles de ver simultáneamente en realidad, unificados en una estructura compositiva.
En su primera fase (cubismo analítico), los pintores cubistas descomponen la realidad, pintándola desde varias perspectivas simultáneamente y tratando de encajar las irregulares formas de la geometría en el espacio. Para evitar todo efecto naturalista y emocional, el cubismo utilizó durante su primer periodo (analítico), una paleta muy restringida de grises, marrones, verdes y amarillos, o recurrió a obras pintadas en diferentes tonalidades de un mismo color.
En su segunda fase (cubismo sintético) después de 1914, muchos cubistas introdujeron colores más brillantes en sus obras. Con el desarrollo paralelo de la técnica fotográfica, el pintor cubista se siente liberado de su obligación de representar la naturaleza y puede dedicarse libremente al uso de formas geométricas-abstractas.
Si bien es cierto que debe ser abstracto y geométrico, el arte cubista de hecho representa objetos reales.
En ninguno de los dos cubismos, analítico o sintético, se pretende reproducir en detalle el aspecto real de los objetos.
Entre los retratos y naturalezas muertas cubistas destacan los instrumentos y los arlequines ya que eran fáciles de diseccionar de forma geométrica.

En vez de crear la ilusión del objeto en el espacio, como lo hicieron desde el Renacimiento, el arte cubista define los objetos en términos de 2 dimensiones en el lienzo. Esta innovación dio un extraordinario aumento en la interacción entre forma y espacio, cambiando el curso del arte de Occidente para siempre.
El iniciador del Cubismo es el español Pablo Picasso (1881 – 1973). Después de atravesar su “período azul”, caracterizado por la preponderancia de ese color y por la descripción de seres marginados, y su “período rosa”, en el que su temática es algo menos trágica y se basa fundamentalmente en la reproducción de acróbatas y saltimbanquis, Picasso realiza su primera tela cubista Les demoiselles d’ Avignon, (1906). A esta obra le siguen La fábrica de Horta de Ebro, Retrato de Kahnweller, El aficionado y después, sus telas sintéticas, en las que el artista sigue ya un criterio claramente geométrico, patente en obras como Ma Folie, El violín del café, y anuncia su salida del cubismo con Los tres músicos.

Así pues, el Cubismo no será más que una etapa en la obra de Picasso; pronto lo abandonará y recorrerá todas las posibilidades de la pintura, abriendo nuevos caminos estéticos.

Junto a Picasso, se incorporó a la corriente cubista el pintor George Braque (1882 – 1963), que procedía del Fauvismo. Su predilección por las naturalezas muertas se mantiene a lo largo de toda su trayectoria, en la que emplea constantemente los tonos puros y busca dar tactilidad al espacio. Sus primeras obras llegan a confundirse con las formas picasianas.

Además de Pablo Picasso y Georges Braque, otros pintores cubistas importantes fueron: Albert Gleizes, Robert Delaunay, Fernand Léger, Francis Picabia, Marcel Duchamp, Roger de La Fresnaye y Juan Gris.


DADAÍSMO


Es un movimiento artístico revolucionario, altamente imaginativo, decididamente antidogmático y transgresor.

Este movimiento se autodenominó Dadá, una palabra que en francés infantil significa «caballito de juguete».

El primer documento del movimiento es el Manifiesto dadaísta y fue publicado en 1918 por Tristan Tzara en Zúrich, Suiza.
El Dadá es el movimiento más internacional de todas las vanguardias históricas.
El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico, porque cuestionan la existencia del arte.

En realidad más que una estética es una actitud ante el arte.
Se caracteriza por su nihilismo filosófico, producido por el horror de la guerra y el desencanto de la humanidad.

Los dadaístas consideraban al arte como un gran liberador de ataduras y marcos mentales que restringían la expresión humana. Es por ello que sus tesis buscaban fundir, arte y vida, como una misma cosa, como algo común y que se insertara en el diario vivir de las personas.
Dadá se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general. Propugna, en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica contra la intemporalidad, la contradicción, el no donde los demás dicen sí y el sí donde los demás dicen no; defiende el caos contra el orden y la imperfección contra la perfección.
El inicio de las actividades del movimiento se ubican en el Cabaret Voltaire en Zúrich, un establecimiento mezcla de club literario, galería de exposiciones y sala teatral, que acogía a refugiados políticos de la Gran Guerra, amparados en la neutralidad suiza.
El azar es uno de los motores de inspiración del arte dadá. La obra es escogida, encontrada, más que hecha, el ready-made.
Esto es un insulto al arte que venía haciéndose hasta ahora, en el que el artista hacía el esfuerzo de construir la obra, es la negación del arte.

Este concepto será transcendental en el arte contemporáneo.

El dadaísmo es un movimiento más escultórico que pictórico, puesto que los ready-made son objetos de tres dimensiones encontrados.

La pintura dadaísta adquiere relieve, gracias al collage, con lo que cada vez se confunden más escultura y pintura.

Marcel Duchamp es el gran inspirador de este movimiento, Hans Arp es más que nada escultor, pero aporta a la pintura el impulso no premeditado, Francis Picabia fue el pintor más desconcertante de la época, Raoul Haussmann, Max Ernst, Paul Citroën, Carlo Carrà, Kurt Schiwitters, Man Ray.

Todos ellos son artistas polifacéticos y tocan varias formas artísticas: pintura, escultura, poesía, y todo ello con intención de provocar.
El aporte permanente del dadaísmo al arte moderno es el cuestionamiento continuo de qué sea el arte y la conciencia de que todo, es una convención que puede ser cuestionada, que por tanto no hay reglas fijas y eternas que legitimen de manera histórica lo artístico.
El movimiento dadaísta dejó las revistas y manifiesto que sin duda son la mejor prueba de sus propuestas pero, por definición, no existe una obra dadá. Lo propio del dadaísmo eran las veladas dadá realizadas en cabarets o galerías de arte en la que se mezclaban fotomontajes con frases aisladas, palabras, pancartas, recitales espontáneos y un ceremonial continuo de provocación.


FUTURISMO


Movimiento artístico italiano de vanguardia fundado por el poeta Marinetti, quien el 20 de febrero de 1909 publicó en el periódico Le Figaro de París su Manifiesto, que tuvo su continuidad en otra serie de manifiestos ya de autoría colectiva.

El futurismo es el primer movimiento artístico que se organiza como tal, se reconoce y se define a través del Manifiesto Futurista.

Se busca el escándalo, se admira la velocidad y la tecnología, las señas de identidad del mundo moderno y pretende romper con el pasado. Nada del pasado merece la pena ser conservado.

Condenan a los museos, a los que considera como cementerios.

Pretenden y valoran, la originalidad, por encima de todo.

El Futurismo no se desarrolló hasta que un grupo de artistas, firmaron el día 11 de febrero de 1910 en Milán el Manifiesto de los pintores futuristas, seguido del Manifiesto técnico y otros.
Entre los firmantes estaban los artistas Umberto Boccioni, Carlo Carrà, Luigi Russolo, Gino Severini y Giacomo Balla.

Sus obras se caracterizan por el color y las formas geométricas, y la representación del movimiento y la velocidad, para ello representan los objetos sucesivamente, pintándolos en varias posiciones, o emborronándolos, un código que se ha popularizado en los cómic y los dibujos animados.

Tienden a utilizar colores puros.

El futurismo llegará a la abstracción a través del rayonismo.

Tiene aspiraciones de ruptura total con el pasado, con lo burgués y académico, con la tradición y la belleza clásica.

Exalta las máquinas, la velocidad y la violencia.

Algunos de sus representantes son:

Umberto Boccioni (1882-1916) que es, además, el teórico del movimiento. Intenta representar los estados anímicos y el movimiento.

Carlo Carrà (1881-1966) quedará fascinado por la tecnología y los espectáculos nocturnos.

Luigi Russolo (1885-1947) fue el que más se acercó a la abstracción

Giacomo Balla (1871-1957) es el más fiel representante del futurismo. Investigó los problemas de la luz y el color.

RAYONISMO


El rayonismo es, en realidad, el último estadio del futurismo.

Sin embargo, difícilmente se observa en él figura alguna.

Publicará su manifiesto en Moscú 1913.

Pretenden representar las radiaciones que se desprenden de los cuerpos; es la época en la que se descubren los rayos X y la radiactividad.

Sus representantes son Mijaíl Larionov, (1881-1964) Rayonismo rojo, Luz de la calle, y Natalia Goncharova, (1883-1962) La electricidad, Bosque verde.

Su influencia se extenderá hasta la obra de Jackson Pollock, Ojos en la cabeza y Georges Mathieu, Capetos por todas partes.


SUPREMATISMO


El suprematismo se caracteriza por las figuras simples, geométricas y los colores planos.
Kasimir Malevich (1878-1935) es el gran pintor abstracto ruso.
Su obra es muy fecunda y participa de varios movimientos.

Su obra abstracta crece tras la Revolución rusa, con ejemplos como Cuadrado blanco sobre fondo blanco y la serie de pintura suprematista sin título.

Su estilo servirá para hacer carteles propagandísticos.


PINTURA METAFÍSICA


Como reacción al dinamismo futurista, el expresionismo y a la destrucción de las formas, surgen la pintura naíf y la pintura metafísica, fundamentalmente estática y figurativas que entroncan directamente con el simbolismo.
La pintura metafísica, (al contrario que la naíf), es la representación estudiada del mundo onírico, lo que la hace precursora del surrealismo.
Su carácter estático la enfrenta con el futurismo.

Presenta perspectivas bien trazadas en las que se sitúan figuras despersonalizadas dentro de una realidad sin vida.

Dentro de la pintura metafísica, también llamada pintura onírica encontramos a Giorgio de Chirico, que es su representante más destacado.

Sus obras se caracterizan por la geometría arquitectónica, los volúmenes sencillos, una cierta ingenuidad y los climas oníricos que apelan a las grandes preguntas de la humanidad.

Sus obras desprenden soledad, potenciada con las figuras de maniquíes y estatuas: Héctor y Andrómaca, Estatua silenciosa, Plaza de Italia, Interior metafísico con pequeña fábrica, La recompensa del adivino.

También están Carlo Carrà: El gentil hombre borracho, Ídolo hermafrodita, El caballero de occidente, y Giorgio Morandi: Naturaleza muerta con caracolas, Naturaleza muerta, que son otros dos destacados representantes de la pintura metafísica.

Diversos profesionales de la pintura que han destacado en el arte metafísico son José Luis Mazarío o Miguel Ángel Vozmediano Peces.

Algunos artistas autodidactas también han desarrollado trabajos pictóricos en este terreno, como el músico valenciano Gabriel Piñana.


NEOCUBISMO


Es el término con el que se conoce el estilo de pintura, en que empezaron a expresarse los artistas de la primera vanguardia en España, en torno a los años 1920.

La situación del arte en España, en esos años es muy distinta a la del resto de Europa.
Había cierto eclecticismo, una mezcla de neocubismo, de simbolismo y surrealismo, incluso ciertos brotes de realismo.
El neocubismo estableció un equilibrio entre la realidad y la abstracción, a lo que les une el lirismo cromático.

La estilización geométrica y analítica usada por el cubismo en sus naturalezas muertas, las traspasa al retrato y a las grandes composiciones.

Los artistas que forman esta tendencia son Daniel Vázquez Díaz, Francisco Cossío, Alberto Sánchez y Ángel Ferrant, entre otros.
También se consideran neocubistas algunas etapas de la obra de Salvador Dalí, Joan Miró y Viñes.
En los años cuarenta, esta tendencia neocubista se conoce también como Figuración esquemática y sus elementos formales están tomados del cubismo y del art déco.
Además acusa la influencia de Henry Moore y de los figurativos italianos Marini, Campigli y Morandi.
Esta tendencia es desplazada por el informalismo de los años cincuenta y los artistas que la representaron, se pasaron a la abstracción o al realismo.


SURREALISMO


Surge en Francia hacia 1920, como un intento de reacción positiva frente a la destrucción llevada a cabo por los dadaístas. Los contactos entre André Breton y el movimiento Dadá fueron continuos hasta que en 1922 Breton y Picabia se separaron del dadaísmo de Tzara. Sin embargo puede decirse que el punto de partida del movimiento de Breton fue el dadaísmo en los momentos últimos de su trayectoria, cuando empezó a sentirse la necesidad de reorientarlo.

Se ha descrito como la creación de la irracionalidad, los sueños y los instintos como motivo de inspiración para el artista, por lo que podemos encontrar antecedentes inmediatos del surrealismo en los caprichos de Goya.

El Surrealismo es conocido como el movimiento de lo irracional y lo inconsciente en el arte de las vanguardias históricas.
Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, del dictado del pensamiento subconsciente con exclusión de todo control ejercido por la razón, al margen de cualquier preocupación moral o estética. Lo erótico está permanentemente presente, hasta el escándalo. Este ha sido un tema poco tratado en la historia del arte.
El surrealismo no crea una estética uniforme.

El Surrealismo tomó del Dadaísmo algunas técnicas de fotografía y cinematografía así como la fabricación de objetos. Extendieron el principio del collage al ensamblado de objetos incongruentes como en los poemas visibles de Max Ernst. Este último inventó el frottage (dibujos compuestos por el roce de superficies rugosas contra el papel o el lienzo) y lo aplicó en grandes obras como Historia Natural pintado en París en 1926. Otra de las actividades creadas por el surrealismo fue la llamada cadáver exquisito, en la cual varios artistas dibujaban las distintas partes de una figura sin ver lo que el anterior había hecho pasándose el papel doblado. Las criaturas resultantes pudieron servir de inspiración a Miró.

El Surrealismo penetró la actividad de muchos artistas europeos y americanos en distintas épocas.
Picasso se alió con el movimiento surrealista en 1925; Bretón declaraba este acercamiento de Picasso calificándolo de “...surrealista dentro del cubismo...” Se consideran surrealistas sus obras del período Dinard (1928-1930), en que Picasso combina lo monstruoso y lo sublime en la composición de figuras medio máquinas medio monstruos de aspecto gigantesco y a veces terrorífico.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, los surrealistas se dispersan, algunos de ellos (Bretón, Ernst, Masson) abandonan París y se trasladan a los Estados Unidos donde siembran el germen para los futuros movimientos americanos de posguerra (expresionismo abstracto y Pop Art).
Salvador Dalí (1904-1989) es el más escandaloso, extravagante y exhibicionista de todo el grupo. Sus cuadros presentan figuras imposibles, fruto de su imaginación y de su prodigioso virtuosismo para dibujar. Evocación a la aparición de Lenin, Nacida del deseo líquido, Sueño, Impresión de África, Canibalismo otoñal, La persistencia de la memoria, Premonición de la guerra civil, La última cena.
Joan Miró (1893-1983) fue para Bretón el más surrealista de todos, por su automatismo psíquico puro. Su surrealismo se desenvuelve entre las primeras obras donde explora sus sueños y fantasías infantiles (El Campo labrado), las obras donde el automatismo es predominante (Nacimiento del Mundo) y las obras en que desarrolla su lenguaje de signos y formas biomorfas (Personaje lanzando una piedra). Miró es el máximo representante del surrealismo abstracto. Sus cuadros están llenos de poesía. Pinta con colores puros y tintas planas. Sus imágenes son simples, con pocos trazos, a la manera de los niños. Personajes de noche, El bello pájaro descifra lo desconocido a una pareja de enamorados, Naturaleza muerta con zapato viejo, Mano agarrando a un pájaro, La estatua, Personaje lanzando una piedra, Mujeres y pájaro al claro de luna, Noche y día (mural para la UNESCO).

André Masson adoptó enseguida las técnicas del automatismo, hacia 1923-1924, poco después de conocer a Bretón; hacia 1929 las abandonó para volver a un estilo cubista. Por su parte Dalí utilizaba más la fijación de imágenes tomadas de los sueños, según Bretón, “...abusando de ellas y poniendo en peligro la credibilidad del Surrealismo...”; inventó lo que él mismo llamó método paranoico-crítico, una mezcla entre la técnica de observación de Da Vinci por medio de la cual observando una pared se podía ver como surgían formas y técnicas de frottage; fruto de esta técnica son las obras en las que se ven dos imágenes en un sola configuración.
André Masson analiza la estructura del objeto para convertirlo en una elucubración intelectual. Dibujo automático, Desnudo, Ánfora.
Max Ernst (1891-1976) logra visiones sorprendentes, propias de la ciencia ficción. Utiliza la técnica del frottage, que consistente en frotar un lápiz sobre un papel apoyado en una superficie irregular. Katharina ondulada, La primera palabra límpida, Napoleón en el desierto, Tentación de san Antonio.

René Magritte (1898-1967) provoca el choque emotivo del color aplicado a formas realistas puestas en lugares y momentos inverosímiles y en contrasentido. Magritte dotó al surrealismo de una carga conceptual basada en el juego de imágenes ambiguas y su significado denotado a través de palabras poniendo en cuestión la relación entre un objeto pintado y el real. El imperio de la luz, Manía de grandezas, El uso de la palabra, La buenaventura, Noche de Pisa, Tiempo pasado, El demonio encantado, El Siglo de las Luces.

Jean Arp combina las técnicas de automatismo y las oníricas en la misma obra desarrollando una iconografía de formas orgánicas que se ha dado en llamar escultura biomórfica, en la que se trata de representar lo orgánico como principio formativo de la realidad.

Yves Tanguy (1900-1955) presenta sus sueños desligados de toda referencia a la realidad. Emplea para ello una técnica académica. Unos transparentes, Días de lentitud, La multiplicación de los arcos.

Marc Chagall (1887-1985) presenta en sus cuadros hechos sacados de la realidad pero dentro de un ambiente ensoñador. Sus figuras vuelan sobre el paisaje. Utiliza colores y figuras muy sencillas. Doble retrato con vasos de vino, Guerra, El paseo, Sobre la ciudad.
Óscar Domínguez inventó la decalcomanía (aplicar gouache negro sobre un papel el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, luego se despegan antes de que se sequen).
Paul Delvaux carga a sus obras de un espeso erotismo basado en su carácter de extrañamiento en los espacios de De Chirico. Venus dormida.

ABSTRACCIONISMO


La principal característica del arte abstracto es el hecho de que prescinde de cualquier vínculo con la realidad natural objetiva, aunque esta realidad puede ser, naturalmente, el punto de partida de la inspiración del artista.
El arte abstracto rechaza la representación de las apariencias de la naturaleza y la sustituye por líneas, formas y colores.
A veces, utiliza también otros materiales, como fragmentos de objetos naturales colocados en nueva dimensión, en la que pierden sus características objetivas y utilitarias para convertirse en meras referencias plásticas, en objetos esféricos.


1 - INFORMAL
El ruso Wassili Kandinsky (1866 – 1944) descubrió las posibilidades de la abstracción al comprobar casualmente el interés plástico que presentaba una pintura vista al revés, lo que lo llevó a realizar la primera obra abstracta.

Sus obras son de líneas temblorosas y espontáneas, hechas de manchas instantáneas. Desde los años veinte, su obra fue evolucionando hacia el geometrismo y la sobriedad en el color. Sus obras posteriores vitalizan el color y conceden a sus formas geométricas una absoluta.

2 - NEOPLASTICISMO
Es un movimiento artístico y una revista fundada en Holanda en 1917.

Los objetivos del movimiento eran profundamente filosóficos y reflejan el misterio y orden del universo. Proponía despojar al arte de todo elemento accesorio en un intento de llegar a la esencia a través de un lenguaje plástico objetivo y, como consecuencia, universal.
Una de las escuelas más innovadoras de la pintura del siglo XX es la que descarta cualquier elemento para realzar la tendencia a la abstracción geométrica, en un intento de llevar al Cubismo a sus últimas consecuencias, convirtiendo la superficie del lienzo en una construcción abstracta hecha en líneas y planos horizontales y verticales.
El iniciador de esta concepción del arte fue el holandés Piet Mondrian, quien, conjuntamente con su compatriota Theo Van Doesburg, creó un nuevo movimiento pictórico, “De Stijl”, también llamado Neoplasticismo, que busca un lenguaje formal hecho a base de líneas rectas y formas geométricas donde el orden y la pureza sustituyan a la oscuridad y al caos. Es decir que el arte debería esforzarse hacia la armonía completa, el orden y la claridad en un proceso constante de refinamiento. Esto ha sido compuesto de los elementos más simples: directamente raya y colores primarios puros.

Las teorías de Mondrian, que tienen su origen en las obras cubistas de Georges Braque y Picasso y en la teosofía, reivindican un proceso de abstracción progresiva en virtud del cual las formas se irían reduciendo a líneas rectas horizontales y verticales, y los colores al negro, el blanco, el gris y los tres primarios.

El excesivo rigor de las propuestas de Mondrian provocó violentas críticas tanto dentro como fuera de su círculo de adeptos. No obstante, el neoplasticismo está considerado, junto con el suprematismo de Maliévich, el origen de la abstracción geométrica.

Parecidas características tienen los movimientos pictóricos rusos del Suprematismo y el Constructivimo.

El fin del movimiento se da en 1931 después de la muerte de Theo Van Doesburg, pero siguió influyendo profundamente sobre la arquitectura y las artes aplicadas en Europa.

Entre sus principales representantes se encontraban, además de Van Doesburg, el pintor Wilmos Huszár, el escultor Georges Vantongerloo y los arquitectos Jacobus Johannes Pieter Oud y Gerrit Thomas Rietvel, entre otros.

3 – CONSTRUCTIVISMO
El Constructivismo es un movimiento artístico abstracto que fue fundado por los hermanos Antoine Pevsner y Naum Gabo en Rusia en 1913. Se desarrolló durante el período inmediatamente posterior a la Gran Revolución de 1917 y fueron abortados con la implantación oficial del Realismo socialista, al igual que el suprematismo.
La base de enseñanza para el nuevo movimiento fue puesta por el Comisariado del Pueblo para la Educación (o Narkompros) del gobierno bolchevique, a cargo del Ministerio de Cultura y Educación dirigido por Anatoli Lunacharski que suprimió la vieja academia de Petrogrado de Bellas Artes y la Escuela de Moscú de Pintura, Escultura y Arquitectura en 1918.

La obra canónica del constructivismo fue la propuesta de Tatlin para el Monumento a la III Internacional (1919) que combinaba una estética de máquina con componentes dinámicos que celebraban la tecnología, como los reflectores y las pantallas de proyección. Gabo criticó públicamente el diseño de Tatlin diciendo O se crean casas y puentes funcionales o el puro arte por el arte, pero no ambos.

El Constructivismo barrió con las nociones tradicionales sobre arte, creyendo que debía imitar las formas y procesos de la tecnología moderna. Estos principios eran aplicados dentro de un formato de dos dimensiones.

Es un término de uso frecuente hoy en el arte moderno, que separa el arte "puro" del arte usado como instrumento para propósitos sociales.

Aunque el constructivismo “puro” fue muy común en Rusia, en la época de la revolución, sus ideales y propósitos han sido usados por artistas durante el siglo XX.

Así como estuvieron envueltos en trabajos de diseños industriales, los Constructivistas trabajaron en festivales públicos y diseños de carteles callejeros para el gobierno de la revolución Bolchevique post-Octubre. Quizás el más famoso de esos se dio en Vitebsk, donde el grupo UNOVIS de Malevich pintó placas de propagandas y edificios


4 – SUPREMATISMO
El Suprematismo fue creado por Casimir Melevitch, cuya primera obra suprematista es suficientemente elocuente de este estilo: consiste en un simple cuadrado negro sobre un lienzo blanco.


EXPRESIONISMO ABSTRACTO


Es un movimiento en la pintura americana que se desarrolló en Nueva York alrededor de 1940. La mayoría de los artistas del expresionismo abstracto eran pintores energéticos. Los pintores del expresionismo abstracto intentaron representar las emociones básicas mediante la pintura abstracta. Para ello utilizaron colores vivos, formas atrevidas y métodos de trabajo espontáneos. Ellos sin duda utilizaban largos lienzos, en los cuales aplicaban rápidamente y con fuerza la pintura, en algunas ocasiones usando grandes brochas, en otras con la técnica del goteo o dripping (chorreado de pintura sobre la tela puesta en el suelo) e inclusive tirando la pintura directamente al lienzo.

Este método expresivo de pintura era usualmente considerado tan importante como la pintura en sí misma.

Otros pintores del expresionismo abstracto se preocuparon en adoptar un acercamiento pacífico y místico a la imagen puramente abstracta.

No todo el trabajo que se realizó en este movimiento fue abstracto o expresivo, pero lo que generalmente se creía era que la espontaneidad de los artistas los aproximaba a su trabajo, del cual podían sacar desde la libertad, a la creatividad del inconciente de sus mentes.

Entre sus mejores exponentes destacaron Mark Rothko, Willem de Kooning, Franz Kline y Jackson Pollock

UNIVERSALISMO CONSTRUCTIVO

Se denomina universalismo constructivo a una corriente estética creada por el artista plástico uruguayo Joaquín Torres García y desarrollada en el extenso libro del mismo nombre, a lo largo de mil páginas y que fuera publicado en 1944. En ella se destacan los aspectos metafísicos del arte.

Según expresara el maestro, se trataría de expresar con su arte la comunión del hombre con el orden cósmico.
Prueba de esto es que una de sus obras preferidas, realizada en esta misma época, es el Monumento Cósmico, que dibuja en la piedra con la simbología del universalismo constructivo, su concepción de la vida a través del arte.
Este monumento se encuentra actualmente en los jardines del Museo Nacional de Artes Visuales, en el Parque Rodó, de la ciudad de Montevideo, Uruguay.
Torres García se encontraba abocado a la búsqueda de una forma de expresar en conceptos, en formas simplificadas de la realidad, a esta realidad misma. Buscaba transmitir un mensaje a través de signos que admitieran lecturas libres de subjetividad. Dicho en sus propias palabras "o bien el nombre escrito de la cosa, o una imagen esquemática lo menos aparentemente real posible: tal como un signo".

Seguramente, este fue el resultado de todas las experiencias anteriores del maestro, reuniendo elementos del neoplasticismo, el cubismo, el surrealismo, el primitivismo, el arte precolombino y de la famosa “regla o proporción áurea”, rescatada de la cultura árabe. Fue este el resultado de la búsqueda de un lenguaje universal, una unificación de todas las formas de expresión que había percibido y practicado en su peregrinar por Europa y en sus contactos con los otros grandes maestros de la época.


NEORREALISMO


Las irónicas imágenes del Pop Art ayudaron a despejar el camino para un renacimiento de la pintura realista. Los realistas que se destacaron en las décadas de 1970 y 1980 fueron aquellos que habían asumido algunos de los conceptos estéticos del arte abstracto.
El fotorrealismo se basaba en la fotografía para conseguir un tipo de pintura realista impersonal, con detalles precisos, como en los meticulosos paisajes urbanos de Richard Estes.
Los desnudos rigurosamente estructurados de Philip Pearlstein y las composiciones planas de Alex Katz y Wayne Thiebaud conferían también al realismo un tono frío y abstracto.
Mientras tanto, en América Latina empezaban a brillar figuras como el ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, que acude a las aristas pronunciadas y a la deformación para expresar a menudo un contenido político.

POP ART

El Pop Art es una alternativa a la crisis de la abstracción informal surgida en Gran Bretaña en la década de 1950 con Richard Hamilton y continuada en Estados Unidos.
Las imágenes del Pop Art (abreviatura de Popular Art, ‘arte popular’) se inspiraron en la cultura de masas. Tomó su inspiración de las imágenes de la cultura de pequeña explosión y sociedad de consumo.
Las historietas, anuncios y objetos fabricados en serie todo era parte de este movimiento, que ha sido caracterizado como popular, transitorio, prescindible, precio bajo, fabricadas en serie, jóven, ingenioso, atractivo, encantador y grande.

Los principales rasgos del Pop Art: descontextualización, incongruencia, provocación y buen humor. El Pop Art es figurativo, como se aprecia en las divertidas obras de su creador, el artista inglés Richard Hamilton.
Asumiendo el objetivo del compositor estadounidense John Milton Cage —eliminar las distancias entre arte y vida— los artistas Pop se aproximaron con ironía al ambiente de la vida cotidiana. Emplearon imágenes que reflejaban el materialismo y vulgaridad de la moderna cultura de masas para transmitir una percepción crítica de la realidad, más inmediata que aquella ofrecida por la pintura realista del siglo XIX.

Los antecedentes históricos del Pop Art se sitúan en la obra provocativa de los artistas dadaístas, especialmente del francés Marcel Duchamp, y en la tradición pictórica estadounidense caracterizada por el empleo del trampantojo en las representaciones de objetos cotidianos.
El movimiento Pop Art comenzó como una reacción contra el expresionismo abstracto, que dominó el arte durante las décadas de 1940 y 1950, al que estos artistas consideraban demasiado intelectual y apartado de la realidad social..
El fotomontaje y el bricolage, son muy común en el “Arte de Pequeña explosión”. Algunos artistas reprodujeron latas de cerveza o sopa, tiras de cómic, señales de tráfico y otros objetos similares en sus pinturas, collages y esculturas. Otros incorporaron estos objetos cotidianos a sus pinturas o esculturas, a veces completamente modificados.
Los materiales fruto de la tecnología moderna, como el poliéster, la gomaespuma o la pintura acrílica, ocuparon un lugar destacado.

El Pop Art no sólo influyó en la obra de los artistas posteriores, sino que también ejerció un fuerte impacto en el grafismo y el diseño de moda.

Varios integrantes de la corriente Pop se habían ganado la vida trabajando como artistas publicitarios.

Además de emplear las imágenes de la cultura de masas, el Pop Art se apropió de las técnicas de la producción masiva. A principios de 1960, el estadounidense Andy Warhol llevó esta idea un poco más lejos al adoptar la técnica de la serigrafía, capaz de imprimir cientos de estampas idénticas de botellas de Coca Cola, latas de sopa Campbell y otros objetos representativos de la cultura consumista.


HIPERREALISMO

El hiperrealismo es una tendencia radical de la pintura realista surgida en Estados Unidos a finales de los años 60 del siglo XX que propone reproducir la realidad con la misma fidelidad y objetividad que la fotografía, a la que toma como modelo y cuyos códigos aplica.

El hiperrealismo tiene un origen lejano en la tradición pictórica estadounidense, claramente favorable a la literalidad del trampantojo, como muestran los cuadros de finales del siglo XIX de William Harnett o John Haberle.
En la década de 1920 ya trabajaron con la ayuda de fotografías fielmente reproducidas (como en el caso de Charles Sheeler, pintor y fotógrafo a la vez).
Pero es innegable que el Pop Art sigue siendo el precursor inmediato del hiperrealismo, pues toma la iconografía de lo cotidiano, se mantiene fiel a la distancia de su enfoque y produce las mismas imágenes neutras y estáticas.

Nunca se constituyeron los fotorrealistas en grupo, pero sí se hicieron exposiciones que los presentaron como un estilo: La Imagen fotográfica y 22 Realistas, ambas en Nueva York, a mediados de los años sesenta.
En esa época la abstracción era la tendencia dominante y el realismo estaba mal visto; se consideraba un arte que copiaba de fotografías o de la realidad y sin ningún interés.
Sin embargo, artistas como Chuck Close, Malcolm Morley o Richard Estes, desarrollaron técnicas totalmente nuevas de representación de la realidad, consiguiendo resultados a veces asombrosos.

En todos los fotorrealistas, no hay huellas de pinceladas y el artista parece estar ausente; los cuadros se cubren con una fina capa de pintura, aplicada con pistola y pincel, siendo raspada si es necesario, con una cuchilla para que no quede ningún relieve, ninguna materia.

Otras características del fotorrealismo son la exactitud en los detalles, contrastada con la irrealidad del efecto espacial y la capacidad de convertir en temas pictóricos los detalles visuales de la realidad.

Estos pintores ejercen un alto grado de conceptualismo al plasmar la diferencia entre el objeto real y su imagen pintada: “lo real, trasladado al lienzo mediante la cámara fotográfica, fotografiado mediante recursos pictóricos” (Sager).
Al utilizar la fotografía en el proceso de la realidad al cuadro, lo real queda roto y manipulado dos veces, en el cuadro y en la fotografía, de ahí el aspecto de irrealidad que diferencia el fotorrealismo del realismo tradicional.

El americano Richard Artschwager lleva fotografías de interiores a una superficie de celotex con un granulado fino al que aplica un ligera mano de pintura blanca y negra.


OP ART

El Op Art se puede definir como un movimiento en el arte abstracto que se desarrolló en la década de los 60’s.

El promotor de este movimiento fue Víctor Vasarely.

El Op Art (nombre corto para “arte óptico”) explota la falibilidad del ojo humano.
El artista juega juegos con el espectador creando las imágenes que aparecen brillar y pulsar.
Aunque la obra de arte en si misma es estática, las formas y colores causan una ilusión óptica de movimiento.

RESUMEN HISTÓRICO

1.- Los fundamentos necesarios que nos permiten definir la pintura, son la conciencia que el artista tiene de su obra y la conciencia complementaria que de la obra de arte, tiene el contemplador ajeno a la labor creadora.
2.- La pintura está ligada indisolublemente a las necesidades extra artísticas de la sociedad en cada momento.

3.- En los tiempos prehistóricos la pintura no fue un arte propiamente dicho. Es decir que no tuvo un afán estético de expresión, sino más bien, era un medio “mágico” para propiciar la caza. Podemos afirmar esto, ya que las pinturas prehistóricas, representan animales, o figuras humanas, en actitudes que pueden ser directamente relacionadas con la necesidad vital de dar muerte al animal enemigo y de la nutrición.

4.- Para los egipcios, la pintura era una manera de perpetuar los hechos de los muertos. Por lo tanto se puede definir que la pintura egipcia funcionó como un arte funerario.

5.- La pintura en Grecia, es un elemento decorativo y secundario.
6.- Roma, es continuadora de Grecia y por su pintura, es posible adivinar el desarrollo logrado por los griegos.

7.- Durante el románico, es la miniatura, la que conserva vigorosamente las esencias pictóricas.

8.- Durante el gótico, la pintura está todavía mediatizada por la arquitectura. La miniatura alcanza magníficas realizaciones.

9.- Durante el período románico y gótico, el arte del color se acrecienta considerablemente.

10.- El renacimiento significa para la pintura la integración total.

11.- El renacimiento es la época en que se ensayan nuevos colores, se alcanza la suprema sabiduría en el dibujo y en el color, brotan los escorzos y perspectivas más atrevidas, se dignifica el desnudo, se humanizan las figuras de Dios y de los Santos y la naturaleza es colocada en primer plano, como enseñanza y goce supremos.

12.- En la época del renacimiento se definen y estructuran los elementos pictóricos tradicionales: la línea a través del dibujo, la composición; las leyes del color, los tonos afines, opuestos y complementarios, el valor de la luz, el vigor del claroscuro y la expresividad de las tonalidades medias y de las gradaciones; la importancia de los fondos; se establece la separación de los géneros, nacen el paisaje y el retrato en su sentido moderno.

13.- La eclosión impresionista francesa abrió nuevos rumbos, una nueva inquietud que multiplicó las posibilidades inacabadas del arte: el expresionismo, cubismo, abstraccionismo y todos los que los siguieron.

14.- La pintura en los últimos tiempos, se unió a todas las artes en ebullición, apropiándose de las técnicas de producción masiva y se expandió el uso de cualquier material que sirviera de soporte, para la expresión del sentimiento del artista.

El intercambio entre el artista y el espectador, es continuo y cada uno asume la actitud pasiva o activa, que quiere o siente en el momento del contacto, frente a cada obra de arte, pues es la ilusión óptica la que domina esa creación.


BIBLIOGRAFÍA
Enciclopedia Autodidáctica Océano. Madrid -
Grupo Editorial Océano, 1990. 2240 p. ENCICLOPEDIA ENCARTA

Fuentes: http://www.artehistoria.com/
http://www.granavenida.com/ http://es.wikipedia.org

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